Resulta difícil desde nuestro corazón roto y en breves palabras expresar el agradecimiento hacia todas aquellas personas que nos han acompañado en la pérdida de Manolo Valenzuela.

Al personal sanitario que integra la segunda planta Izda-Izda del Hospital Central de Asturias. Al doctor Lino Vázquez Velasco, que jugó el difícil papel de médico y amigo, dándole un pequeño rayo de luz cuando éste ya era imposible.

A todos sus amigos y a sus compañeros del Principado de Asturias que permanecieron cerca de él apoyándole en su lucha incansable por la vida, hasta el último momento.

Al personal de los C.S. de Pumarín y Lugones que se implicaron en nuestras necesidades para que pudiéramos permanecer a su lado y muy especialmente a Sandra y Ana Prada, enfermeras del S.A.C. de Pumarín, que lucharon sin descanso día a día por él junto a toda la familia.

Y a todos aquellos que de una manera u otra nos han hecho patente sus condolencias.

Con cariño, gracias de toda la familia Valenzuela.

María José Castañeda Calvo

Oviedo