Mieres del Camino,

D. M.

Mieres tiene más de 4.000 viviendas vacías. La caída demográfica y el paulatino despoblamiento de los núcleos rurales están provocando que muchos inmuebles se queden sin uso. Según el censo municipal de vivienda, el concejo cuenta con 24.050 residencias, de las que un 18 por ciento están desocupadas. Además, un total de 130 inmuebles están catalogados como ruidosos.

La caída generalizada de población en las comarcas mineras (con más de 20.000 habitantes menos en los últimos tres lustros) vinculada al desmantelamiento de los sectores económicos tradicionales (minería y siderurgia) y sumada al éxodo rural ha dejado a cientos de pueblos vacíos. La comarca del Caudal suma un total de 168 pueblos deshabitados. El municipio de Mieres se está viendo muy afectado por el éxodo rural y 120 localidades del concejo ya no tienen vecinos. Boca del Túnel, Ablanedo (en el valle de Turón), Castiello y La Rotella son algunos de los nombres de las localidades que el Instituto Nacional de Estadística define como deshabitadas. Esta situación se traduce en muchas viviendas vacías. En concreto, son 4.221 los inmuebles que están cerradas permanentemente.

Las ciudades, con sus servicios y oferta de empleo, ejercen una fuerte atracción para la población rural, cada vez más envejecida. Muchos pueblos asturianos se están quedando vacíos. Las cifras son, como poco, alarmantes. Una de cada diez aldeas asturianas, según el INE, está deshabitada. Y ello a pesar de los esfuerzos que realizan tanto los ayuntamientos como la Administración regional para frenar ese trasvase de población. La mejora de las comunicaciones y los servicios básicos (abastecimiento, saneamiento...), así como el incentivo al desarrollo del turismo rural, son algunas de las medidas que se han adoptado para retener a los vecinos de las pequeñas poblaciones asturianas. En Mieres, una de cada cinco viviendas se encuentran vacías, la mayoría en las aldeas.

Turón sirve para ilustrar la tendencia de los últimos lustros. En el Valle llegaron a estar censadas más de 22.000 personas, y los vecinos de más edad recuerdan perfectamente que muchas familias se vieron obligadas a vivir en cuadras o en chamizos debido a la saturación de la oferta vivienda. Todo estaba lleno. Hay historiadores que aseguran que en esta zona de Mieres llegaron a residir más de 30.000 personas, De ser así, Turón habría llegado a sumar más vecinos de los que actualmente tiene el casco urbano de Mieres, con poco más de 27.000. En esta zona del concejo ya viven menos de 5.000 personas y la tendencia sigue con una vertiginosa tendencia a la baja. Cientos de viviendas se encuentran vacías.

El último recuento de habitantes agrava la caída continuada de la población en Mieres desde el año 1970, en el que el municipio alcanzó los 71.092 habitantes, la cifra más alta registrada nunca en el concejo. El éxodo se había logrado frenar notablemente, como ya sucedió con anterioridad, a principios de la década de los noventa, entre 2006 y 2009, periodo en que el que la pérdida de habitantes quedaba prácticamente limitada al crecimiento vegetativo negativo, con muchas más muertes que nacimientos. Sin embargo, 2010 y 2011 ha vuelto a castigar a Mieres.

La realidad es que el concejo lleva perdiendo población sin cesar durante cuatro décadas. De los 71.092 habitantes que había en 1970, como ya se ha dicho, se pasó en tan solo una década a 58.718 vecinos, mientras que el padrón de 1991 estaba compuesto por 53.482 habitantes. El municipio cabecera de la comarca del Caudal bajó por vez primera de los 50.000 vecinos en 2000, y en 2007 se situó ya por debajo de los 45.000. Ahora no llega a los 43.000.