Mieres del Camino,

David MONTAÑÉS

El centro de grandes discapacitados de Turón ofrece unos niveles de ocupación muy inferiores a los inicialmente previstos. El complejo, que tardó casi seis años en construirse y que abrió sus puertas en marzo de 2011, no tiene cubiertas actualmente ni la mitad de las plazas de su residencia. El equipamiento cuenta con capacidad para atender a 17 internos. En estos momentos, según ha podido confirmar este diario, son únicamente 8 las personas que reciben atención permanente en las instalaciones.

El moderno centro para el tratamiento de discapacidades de Turón estaba llamado a ser un referente nacional, pero de momento la demanda está lejos de cumplir con las expectativas, poniendo el solfa las enormes dificultades que se tuvieron que superar para hacer realidad la instalación. Las obras para convertir el antiguo hospitalillo de Hunosa de La Veguina en un centro de discapacitados arrancaron en 2004 con una inversión de 500.000 euros procedente del plan complementario de las comarcas mineras firmado por el Principado y los sindicatos mineros. La quiebra de la constructora adjudicataria de las obras provocó un primer retraso de los trabajos. Posteriormente, Ayuntamiento de Mieres acordó con el Gobierno del Principado ampliar la capacidad del centro, por lo que fue necesario abordar un nuevo proyecto que se ejecutó con otros 1,2 millones de euros. Las obras del edifico concluyeron a principios de 2010. A continuación, la Consejería de Bienestar Social habilitó un partida de cerca de 200.000 euros para equiparlo. Antes hubo que solucionar varias deficiencias detectadas por los técnicos (el edificio presentaba humedades y carecía de suficiente suministro eléctrico).

El centro es un moderno complejo socioterapéutico de atención individualizada destinado a personas mayores de 50 años con discapacidad, tanto física como intelectual. Dispone de la citada unidad residencial de 17 plazas con atención continua las 24 horas del día (que presta alojamiento a personas con una situación socio-familiar que les impide residir en su hogar y que precisen, por su grado de dependencia, apoyo social y terapéutico) y un centro de día que presta servicio, de lunes a viernes, entre las diez de la mañana y las cinco de la tarde.