El recientemente concebido Centro de Estudios del Valle de Turón inició ayer oficialmente su andadura. Los impulsores de esta iniciativa presentaron, en el Ateneo de La Veguina, los objetivos y retos a los que pretenden plantar cara. "Queremos ser un instrumento útil, que, desde el respeto al trabajo individual canalice ideas y sensibilidades de manera que puedan confluir en proyectos comunes que beneficien a Turón", explicó Faustino Fernández, empleado del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) y uno de los padres de la idea.

Para empezar a trabajar, esta plataforma puso ayer sobre la mesa su primera propuesta. Durante los próximos meses realizarán una encuesta sobre la situación socioeconómica del valle mierense: "Es un punto de partida que nos permitirá sacar conclusiones y radiografiar el momento actual del territorio", explicaron los responsables del centro de estudios. Junto con el ya citado Faustino Fernández, la iniciativa ha estado inicialmente respaldada por otros dos reconocidos vecinos de Turón. Se trata de Manuel Jesús López González "Lito", autor de numeroso libros sobre el pasado y el presente de Turón, y de José Espiño Collazo, director del Instituto de Educación Secundaria "Valle de Turón". Empezaron los tres, pero ayer anunciaron que ya son siete los integrantes de este grupo de trabajo: "Queremos ser un instrumento útil para compartir experiencias y buscamos una participación lo más amplia posible", indicó Faustino Fernández. Y añadió: "Estamos abiertos a cualquier colaboración que resulte interesante, ya que una de nuestras pretensiones es precisamente fomentar y canalizar la iniciativa de las personas".

Un nutrido grupo de vecinos del Valle acudieron ayer al Ateneo para asistir a los primeros pasos del nuevo centros de estudios. Además de sacar adelante la ya citada encuesta sobre la percepción que tienen los turoneses de su propio entorno, hay otras propuestas en la agenda. Este grupo de trabajo, que intentará ser "lo más flexible posible", tiene la intención de elaborar y estructurar un detallado inventario sobre la rica toponimia de la zona. Ese será casi con toda seguridad el siguiente paso.