Las obras de reforma y rehabilitación que mantuvieron cerrados los quirófanos y las salas de partos del Hospital Vital Álvarez-Buylla de Mieres no conllevaron traslados de mujeres embarazadas a otros centros de la red sanitaria regional. Durante los diez días que permanecieron cerrados los paritorios, los facultativos no se vieron obligados a forzar el traslado de ninguna futura madre. Desde el pasado lunes, y en los primeros días de reapertura, el Álvarez-Buylla ha atendido ya cuatro alumbramientos.

La Consejería de Sanidad y la dirección del hospital comarcal del Caudal, que atiende pacientes de los concejos de Mieres, Aller y Lena, decidieron paralizar la actividad quirúrgica el 1 de agosto para proceder a la reparación del sistema de climatización y la puesta en marcha de algunas mejoras tanto en las propias salas de operaciones como en los paritorios. Se decidió que fuera precisamente este mes, agosto, ya que las estadísticas reflejan que hay una menor carga de trabajo y un menor número de intervenciones, lo que permitía desarrollar las obras sin apenas incidir en el funcionamiento del hospital. La clausura de estas áreas iba a durar en torno a quince días pero finalmente, el pasado lunes, se retomó la actividad.

En la primera jornada tras el cierre, los quirófanos atendieron hasta trece intervenciones, todas ellas de pacientes que por su estado de salud se pudieron mantener estabilizados y hospitalizados hasta que las salas estuvieron preparadas para utilizarse de nuevo. En total hubo seis operaciones del área de Traumatología, otras seis del departamento de Dermatología y una de cirugía general. Durante esos días, los facultativos del Álvarez Buylla decidieron trasladar a siete pacientes, cinco de ellos al HUCA y otros dos al Hospital Valle del Nalón, en Riaño (Langreo). Precisamente con el fin de no sobrecargar a otros hospitales con pacientes derivados, los médicos trataron de estabilizar a todos los enfermos pendientes de una intervención para sólo trasladar a aquellos que requiriesen una operación urgente.

En lo referente a los partos, sin embargo, el hospital comarcal del Caudal no tuvo que derivar a ninguna mujer a Oviedo. Si bien es cierto que los responsables del centro conocen casos de usuarias que fueron directamente a dar a luz por iniciativa propia a otros hospitales como el HUCA, no hubo en los diez días de cierre ningún traslado ordenado desde Mieres. Desde la reapertura de los paritorios y hasta el jueves, el hospital mierense había atendido cuatro alumbramientos. El día 11 de agosto se atendió uno de los partos, otro el día 12 de agosto y 2 más en la jornada del jueves, día 13. Con la reapertura de los quirófanos y las salas de partos, el hospital comarcal del Caudal, que tiene poco más de un año de vida, vuelve a funcionar a pleno rendimiento.