El Ayuntamiento de Aller sigue adelante con su apoyo a los vecinos de la localidad de Boo, que denunciarán a Hunosa por la aparición de grietas en más de medio centenar de viviendas. El pueblo mantiene que los corrimientos de tierra están relacionados con la actividad minera que albergó el subsuelo de la localidad (fenómeno denominado subsidencia minera) hasta los años noventa. El gobierno local (PSOE) ya ha anunciado que pagará los informes periciales para presentar ante el juez.

La tramitación de la denuncia está siendo larga. La Corporación municipal aprobó el apoyo a los vecinos hace ya más de dos años en el Pleno. "Hay muchos informes que revisar y cada día aparecen nuevas grietas", destacó Gaspar Vázquez, presidente de la asociación de vecinos de Boo. Hay otro problema grave en el barrio de El Picu, en la zona alta del pueblo. Allí está una roca de grandes dimensiones que está completamente agrietada y que amenaza con desplomarse, lo que ocasionaría graves daños en el entorno y puede derivar en un corrimiento de la ladera sobre la que se asienta la localidad.

Este problema recuerda a los vecinos uno de los episodios más negros de la historia del pueblo. En los años noventa, doce casas del barrio de Puenxo tuvieron que ser desalojadas y derruidas por los corrimientos de tierra. Las familias fueron realojadas en viviendas prefabricadas, en el terreno que ahora ocupa una cancha deportiva. Los afectados mantuvieron durante años un fuerte enfrentamiento judicial contra Hunosa, que terminó bien para los vecinos.

El Tribunal Supremo decidió entonces que las grietas estaban ocasionadas por la actividad minera en el subsuelo y falló que la hullera pública tendría que abonar una indemnización a cada familia. También se construyeron casas de protección, en el barrio de Nuevo Puenxo, a las que pudieron acceder los afectados.

Las grietas reaparecieron hace tres años, tras más de un lustro de tranquilidad. Empezaron en el barrio de El Picu y Puenxo, pero ya se han expandido por toda la localidad. Hunosa maneja una serie de informes que exculpan a la hullera pública de estos nuevos movimientos de tierra. Las dos partes están dispuestas a dar de nuevo una dura batalla en los juzgados.