La localidad allerana de Moreda de Arriba celebró ayer San Antón, patrón de los animales. La cita contó con una destacada afluencia de vecinos, quienes llevaron a sus mascotas para que el párroco, Eduardo Zalaiva Cordero, las bendijese como manda la tradición. Y aunque la festividad no era ayer, sino hoy, el programa de actos se desarrolló con normalidad. El cambio de día se debió a razones de agenda del propio párroco que hacían imposible celebrar San Antón de domingo.

La misa solemne tuvo lugar a la una de la tarde, a la que siguió la procesión por los exteriores del templo. Y es que San Antón tiene un rincón destacado dentro de la capilla junto a San Roque. Tras el desfile religioso, tocó la tradicional bendición de los animales en la que las mascotas fueron rociadas con agua bendita y, por último, la subasta de las ofrendas al Santo. En este caso, se subastó un ramo de panes de escanda con lacones y casadielles. Fue el propio sacerdote, ya despojado de los ornamentos de la celebración de la misa, el que se hizo cargo de la tradicional subasta. Tal y como explicaban, era la primera vez que el clérigo se hacía cargo de la puja, pero demostró buenas dotes para incentivar la subasta. De hecho, para elogiar la calidad de uno de los lotes de casadielles artesanales que se ofertaban, el cura degustó ante los presentes uno de estos dulces destacando que tenían "un sabor y textura inigualables". Esto hizo que se disparasen las ofertas económicas por este dulce lote. Asimismo, entre los participantes en esta subasta pública se encontraba la directora del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (Idepa), Eva Pando, que se hizo con la rosca final del ramo. Pando es natural de Moreda y, a pesar de su trabajo en el instituto, entre otras labores, también participa en las tradiciones que se llevan a cabo en su pueblo, como es esta tradicional celebración de San Antón.

La celebración en la localidad de Moreda continuó más tarde ya en un ambiente más familiar, donde los vecinos se reunieron para degustar una comida de confraternidad con un menú especialmente elaborado para festejar San Antón como manda la tradición.