El diputado de IU Ovidio Zapico se trasladó ayer hasta el concejo de Aller para pedir la puesta en marcha de un convenio de colaboración para la limpieza de los accesos a las viviendas del pueblo de La Raya tras las nevadas. Un convenio entre el Principado y el Ayuntamiento allerano "que actualmente no existe, aunque en el pasado sí hubo un acuerdo verbal". No fue la única demanda de la coalición de izquierdas, que también reclamó al Consistorio mayor celeridad en la ejecución de los expedientes de derribo.

Zapico visitó el concejo acompañado por los miembros del grupo municipal de IU en Aller, entre los que se encontraba su portavoz, Marián Iglesias. Sobre La Raya, en diputado señaló que "no entiendo por qué no se ha formalizado el convenio, ya que creemos que es una necesidad para los vecinos de este pueblo, ya que actualmente no se aplica ni el acuerdo verbal". Palabras que confirmó la portavoz de IU, destacando que "los habitantes de La Raya sienten que están abandonados y pagan los mismos impuestos que el resto de alleranos". También aprovechó Iglesias para demandar la instalación de nuevas viseras antialudes en la carretera del puerto de San Isidro.

Otra de las necesidades más acuciantes del concejo, en palabras de la portavoz de IU, es la tardanza en la ejecución de los expedientes de derribo. Tal y como explicó, el municipio tiene cuarenta expedientes de derribo, "pero en cinco años sólo ha tirado siete viviendas, me parece que van demasiado lentos". Para Marián Iglesias, este problema se acentúa en la localidad de Caborana, "donde hay un montón de viviendas en ruinas, causando no sólo problemas de salubridad, sino también de seguridad para los viandantes, ya que son continuas las caídas de cascotes sobre la calle". Esta situación ha derivado, como apuntó la portavoz, "en que haya vecinos que han tenido que marcharse de sus casas" y relató el caso de un matrimonio de avanzada edad "que tuvo que dejar la casa en la que llevaban viviendo toda su vida y alquilarse un piso en Moreda por una ruina colindante que estaba perjudicando seriamente su casa". El expediente de derribo lleva desde el año 2013, pero el Ayuntamiento alega que la casa no tiene acceso rodado. "No mienten, pero seguro que hay otras formas de acceder con la maquinaria, lo que no hay es voluntad", sentenció.