Carrea (Teverga),

V. DÍAZ PEÑAS

El santuario de Nuestra Señora del Cébrano, en el concejo de Teverga, volverá a convertirse en lugar de unión y de peregrinaje para las cofradías marianas de Asturias. El próximo domingo, la cofradía del Cébrano ha programado un acto de recibimiento a las cofradías hermanas de Nuestra Señora del Viso y de Nuestra Señora de Torazo, al que también han sido invitadas las cofradías de Nuestra Señora del Carmen, de Figaredo, y la cofradía del Santo Entierro y Nuestra Señora de los Dolores, de Oviedo.

El acto, sin precedentes en Asturias, pretende continuar con el fomento de espiritualidad y con la colaboración iniciada el año pasado a través del hermanamiento de las cofradías del Viso, Torazo y Teverga.

La cita, que tendrá lugar a partir de las cinco de la tarde, con la recepción de los peregrinos, también pretende reforzar el culto a la Virgen, así como dar a conocer los proyectos humanitarios llevados a cabo por las tres cofradías desde su hermanamiento. También se busca posibilitar un clima de encuentro, de fraternidad y de solidaridad; por eso el acto está abierto al público.

Según comentaron ayer fuentes de la cofradía tevergana, se espera que al acto de recibimiento asistan más de 700 personas provenientes de distintos puntos de Asturias. La celebración eucarística será presidida por el vicario judicial de la archidiócesis de Oviedo, Andrés Pérez Díaz, y la misa será cantada por el Coro de Figaredo. Después de la eucaristía, se subastarán los ramos y, finalmente, habrá un encuentro de hermandad en el polideportivo de Teverga, en el cual se degustarán productos típicos del concejo.

La principal novedad del recibimiento será el canto del ramo por parte de los niños de la cofradía. De esta manera se fomentará el acercamiento de los más pequeños a esta tradición recientemente recuperada y se les inculcará el valor de la solidaridad, ya que los fondos de la subasta se donarán a proyectos benéficos. Y es que el objetivo de la cofradía tevergana sigue siendo claro: hacer cierto uno de los lemas de la Virgen: Luz para Teverga y pan para sus hogares. O, lo que es lo mismo, repartir en vez de acumular.