Grado,

V. DÍAZ PEÑAS

La comisión parroquial de San Martín de Gurulles, Grado, entregó ayer su medalla de oro a Juan Luis García de Bascarán, restaurador que dirigió la segunda fase de la recuperación de la iglesia románica de Gurullés. El gijonés fue condecorado por su labor y su implicación en la recuperación del patrimonio moscón y por haberse convertido en el motor de la reforma de este templo, que supone la más interesante muestra de arte románico en el concejo.

El encargado de imponer la medalla fue el alcalde de Grado, Antonio Rey (PP), quien agradeció su trabajo al restaurador y pidió a la dirección general de Patrimonio que se «acuerde» este año de otra iglesia románica del concejo como es la de Peñaflor, templo que desde hace tres años se encuentra en serio peligro de ruina. Rey dio las gracias a García de Bascarán por su labor desinteresada y anunció que se harán visitas guidas al templo durante el próximo mes de agosto.

El restaurador agradeció sumamente la condecoración afirmando que la llevará con orgullo y que le dará ánimos para seguir trabajando en el templo. En este sentido destacó que espera que la iglesia de San Martín de Gurulles se convierta en un referente artístico, religioso y turístico. Finalmente, repasó las actuaciones llevadas a cabo y los «tesoros» descubiertos durante las obras, como la lápida fundacional, fechada en 1177 o los posibles restos de los monjes de la abadía.

El acto de homenaje coincidió con la celebración del fin de semana grande de las fiestas de Santiago y Santa Ana de la villa moscona. Ayer hubo concentración motera y se celebró el primer festival intercéltico con la presencia de grupos escoces y galeses. Las bandas realizaron un pasacalles por la zona céntrica de la villa y posteriormente ofrecieron una exhibición. También ayer, pero ya por la noche, hubo verbena a cargo de la orquesta canaria «Armonía Show».

El programa de fiestas continuará hoy con una misa en honor a Santiago organizada por la hemandad y con una verbena musical. Mañana lunes tendrá lugar el tradicional desfile de Santa Ana y el reparto del bollo como colofón a las celebraciones mosconas.