Altos vuelos. «Lu bien feichu bien paez", al decir de nuestra maltrecha lengua materna. Prefiero lo vivo a las naturalezas muertas; pero siempre hay un final para todo y eso es lo que ocurrió con la metalurgia quirosana, la hulla de Quirós y Teverga y lo que está acaeciendo con el mundo rural. Ahora, aquello que era vida, hombres y mujeres, hierro, carbón y trenes, ha pasado al recuerdo bajo el dulce sabor de la melancolía o la tristeza de la nostalgia otoñal. Los museos pueden recuperar una gran parte salvo el aliento humano. La Fábrica, desde el alba de hoy, tiene a Alva para defender, divulgar y dirigir un legado con el nuevo museo etnográfico y otras dependencias. Lo hará muy bien. No obstante, para que el todo sea un «proyecto comarcal» es necesario recuperar otras identidades y salvar lo más valioso de todo el valle: la Colegiata del primer Papa. Mientras tanto se llena de libros el «aula poética» de Grado, caen las hojas y ya vamos sabiendo para qué sirve un oso.