Pravia,

V. DÍAZ PEÑAS

«El lector también tiene que completar el trabajo del escritor creando su propia novela mientras lee». Éste fue uno de los consejos lanzados ayer por el escritor Manuel Rivas durante el primer encuentro de clubes de lectura de Asturias celebrado en Pravia. Rivas habló de la literatura, de la labor callada de las bibliotecas y también del futuro de los libros. «Lo importante es el continente, no el contenido», aseguró. Tras el encuentro, en el que participaron más de 400 lectores, el literato gallego firmó ejemplares y cerró la jornada con una comida de hermandad con los asistentes.

Manuel Rivas, autor de trabajos como «El lápiz de carpintero» o «Todo es silencio», destacó durante su intervención el valor de la literatura y la importancia de los clubes de lectura. El autor, que mantuvo un animado diálogo con los participantes en el encuentro, también tuvo tiempo para referirse a sus influencias, a su visión de la literatura o a los personajes de sus novelas. Intercalando el relato de cuentos con anécdotas y toques de humor, Rivas y el público intercambiaron impresiones durante casi dos horas y media.

El escritor gallego quiso poner de manifiesto el trabajo que realizan las bibliotecas a pesar de que suele ser una labor callada. En este sentido, puso un ejemplo refiriéndose a su ciudad. «En La Coruña hay unas 50.000 personas que son socios de las bibliotecas. Y eso es algo que no se ve. Parece una realidad sumergida», apostilló, señalando que, sin embargo, sí que se informa y se habla de la asistencia semanal a los estadios de fútbol. En este sentido, reclamó una mayor visibilidad de la labor que realizan las bibliotecas.

Rivas, que tocó palos como el periodismo o el papel de la naturaleza en su obra durante su intervención, también se refirió al uso de las nuevas tecnologías en la literatura. A su entender, el avance en nuevos soportes como el libro electrónico es claro, aunque lo interesante siempre será el mensaje que contenga. «Una cosa es el cacharro y otra cosa es Ana Karenina. Lo importante es Ana Karenina. Si ella desaparece, no tenemos nada que hacer. Así que ¡viva Ana Karenina!», apostilló de manera cercana a los lectores que abarrotaron el auditorio municipal.

Tras el coloquio entre autor y lectores, las librerías de Pravia vendieron libros del gallego y Rivas firmó ejemplares a los asistentes. Casi ningún asistente se quiso marchar sin un autógrafo del literato. Tanto es así que la firma de ejemplares se dilató durante casi dos horas. Finalmente, los aficionados a la lectura participaron en una comida de hermandad en un restaurante de la villa praviana.

La organización de este primer encuentro destacó el éxito de la iniciativa y valoró muy positivamente la asistencia de público. Por ello expresaron su deseo de seguir adelante con estos encuentros de cara al futuro en otros puntos de la región. Y es que, como quedó bien claro durante la cita celebrada ayer en Pravia, es vital que las bibliotecas y los lectores sigan haciendo cosas y dándolas a conocer. Más que nada porque ellos son la parte más importante de la literatura, como reflejó Rivas.