Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

El Ayuntamiento de Carreño recibió ayer el visto bueno para realizar el desmontaje de la capilla candasina de San Antonio y no esperará más para iniciar los trabajos, que pretenden poner el templo a salvo de los constantes desprendimientos que se producen en la zona. Los trabajos de desmontaje de la capilla, que será trasladada a otro paraje próximo, se iniciarán previsiblemente hoy mismo.

De hecho, las casetas de obra ya están situadas desde ayer en la zona, cumpliendo las prescripciones de seguridad y, por lo tanto, alejadas de la zona en peligro de derrumbamientos. Se han colocado junto al faro de Candás.

La empresa Castroagudín Canteros se pondrá manos a la obra para desmontar, piedra a piedra, el templo religioso del siglo XVII, que representa el único resto de estilo renacentista que existe en la villa marinera. Está previsto que los trabajos se prolonguen durante dos meses y medio, si bien el gobierno municipal cree que «podría acabarse incluso antes». El objetivo es salvar la ermita de los continuos argayos producidos en el cabo de San Antonio desde el mes de enero, que amenazan con arrastrar el templo al vacío.

Las obras comenzarán por el andamiaje de las paredes exteriores de la capilla, según indicaron, y cada una de las piezas que se extraigan quedará numerada y registrada, de forma que después pueda ser colocada en el mismo lugar. Durante el tiempo de espera, hasta que se ordenen con posterioridad las labores de reconstrucción en el eucaliptal cercano al prado de Gervasia, las piezas se almacenarán en un lugar cerrado y custodiado. Las obras de desmontaje de la capilla de San Antonio, que costarán 86.930 euros, podrán comenzar de forma tan inmediata debido a que ya fueron adjudicadas el pasado día 17 de marzo, con carácter de urgencia. La empresa adjudicataria recibió como requisito tener que presentar un proyecto técnico en un plazo de quince días, que corrió a cargo de los especialistas en tratamientos arquitectónicos de conjuntos históricos Cosme Cuenca y Jorge Hevia. A primeros de abril, el Ayuntamiento remitió ese proyecto al Principado para su aprobación por parte de la Comisión de Patrimonio, algo que se produjo ayer mismo.