Mucho se está hablando últimamente de la lamentable omisión de Noreña en el Camino de Santiago y parece ser que cada vez se nos cierran más las puertas para intentar devolver a la Villa Condal el merecimiento que tiene como lugar de paso en el peregrinaje a Compostela. Debemos de estar acostumbrados a que nos lo den todo hecho basándonos en considerar que es de justicia histórica esta ruta, pero por lo visto no es así. No voy a acusar a quienes por dejadez o ignorancia, entiéndase Alcalde o concejal de Cultura en el año 1997, fueron responsables de la no presentación de datos en la Dirección Regional de Cultura, a cuyo frente estaba Trinidad Rodríguez, aportaciones técnicas necesarias para que Noreña figurase oficialmente en el Camino de Santiago. Parece ser que desde ese período de tiempo citado vienen todos los males que aquejan la ausencia del paso de peregrinos por la villa, pero especialistas y estudiosos hubo que también hicieron sus aportaciones a los responsables del «nuevo diseño» obviando el tramo desde el cementerio parroquial de La Carrera pasando por Ferrera y llegando a La Campanica, entrada a Noreña; paso por el hospital de peregrinos adosado a la capilla de San Fabián y San Sebastián y salida hacia San Martín de Argüelles.

Escritores y estudiosos hubo que sí reconocieron este tramo alternativo u oficial, queriendo recordar al ilustre don Juan Uría Ríu, cronista de Asturias, autor -aseguran- de los textos más significativos relativos al Camino de Santiago. Y en la actualidad como testigo de la vida cultural noreñense, quiero agradecer las gestiones que en nuestro apoyo realizó el desaparecido amigo y diputado regional don Rodrigo Grossi, presentando incluso una moción en el Parlamento regional que fue rechazada. Mi agradecimiento y reconocimiento a los profesores y amigos Carlos González Cuesta y José Antonio Leirado Arbesú, autores de varios textos de investigación al respecto; agradecimiento singular a mi amigo el historiador Luis Antonio Álvarez Alías, que lleva editados dos preciados libros sobre el Camino de Santiago por Asturias con su obligada parada y fonda en Noreña. Agradecimiento y reconocimiento, asimismo, para el noreñense Fructuoso Díaz, por su aportación y defensa al tema que nos ocupa, estudio que mereció una distinción de la propia Consejería de Cultura, entidad que paradójicamente fue quien primero cerró sus puertas a nuestra justa reivindicación. No me puedo olvidar de los fundadores de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Siero, Noreña y Sariego, que, incorporándonos a la misma, ya ratificaron nuestra petición. A los concejales del Ayuntamiento de Noreña que se sumaron a la histórica demanda. A los amigos de la Asociación Astur-Galaica con José María Clero a la cabeza, que llenó de flechas amarillas nuestro tramo desde La Carrera hasta Argüelles, y a la persona -cuyo nombre no quiero citar- que nos facilitó los artísticos azulejos con la venera que señalan el Camino a su paso por la Villa Condal. Al dinámico Joaquín Milans del Bosch, que hizo suya nuestra petición; a Francisco Junquera Hevia, historiador noreñense que también aportó importantes datos al respecto, al igual que hizo recientemente José Manuel Fanjul, así como al escritor Ignacio Gracia Noriega, que refrendó los datos que aportamos. Pero por lo visto, todos esos estudios y opiniones no fueron suficientes para convencer al funcionariado encargado de tomar esa decisión.

Hace años, cuando quisimos enmendar este injusto olvido, en la Consejería de Cultura decían que no procedía, ahora que no es el momento, ya que puede perjudicar la inclusión del Camino en la UNESCO, y mañana será cualquier otra disculpa, pero no vamos decaer en nuestra petición. Bien estaría que, en vez de andar unos por un lado y otros por otro, conjuntásemos todas las aportaciones necesarias para este fin.

Caminos a Santiago hay muchos, desde que cada peregrino sale del portal de su casa, excepto los de Noreña, pero al igual que en la venera peregrina todos los caminos se unen en Santiago, nosotros, todos los que estamos interesados en este asunto, deberíamos buscar el mismo punto de unión.