Alejandro Vega está a punto de abandonar la Alcaldía de Cabranes para sentarse en la Junta General del Principado. Dejará atrás una magnífica gestión municipal, ratificada masivamente en las urnas por los vecinos, muchos de ellos votantes de centro-derecha en comicios autonómicos y generales. Vega también ha realizado una gran labor en la Comarca de la Sidra, una de las mancomunidades que mejor funciona, y trabaja desde hace meses en la ardua labor de recomponer los añicos del socialismo villaviciosino, deshecho en mil y una derrotas electorales. Alejandro, una persona que conoció lo mejor de la política local en casa, gracias al ejemplo de su padre Agustín, se ganará por derecho propio un sitio en la política regional tras la cita del 25-M. Queda pedirle a la FSA y a su líder, Javier Fernández, que no dejen a Cabranes sin su mejor alcalde a cambio de nada y que, en la medida de lo posible, den a Vega toda la cancha que se merece. Es casi seguro que no los defraudará.