Pola de Siero,

Manuel NOVAL MORO

La alta tensión sigue generando protestas en Siero. El nuevo alcalde, Eduardo Martínez Llosa, lo comprobará hoy en una reunión con los afectados por el trazado de la línea Costa Verde, que se mantienen alerta y quieren que sus reivindicaciones, iniciadas hace más de un año, no caigan en saco roto. Al regidor le pedirán apoyo para continuar las medidas de protesta si el Principado no renuncia al trazado diseñado.

La línea Costa Verde es un tendido de 400 kilovoltios entre Gijón y el valle del Nalón que afecta a las parroquias sierenses de Anes, La Collá, Celles, Muñó, Vega de Poja, Collao y Lieres, cuyos vecinos se han unido en una plataforma. El trazado tenía previsto atravesar, en un principio, el entorno de la Peña Careses, y el Ayuntamiento de Siero aprobó el año pasado un plan de protección de este espacio, promovido hace varios años, con el que espera hacer frente al paso de la línea. Además, el municipio aprobó por unanimidad en 2009 una declaración contra el trazado de la línea por el concejo.

No obstante, los vecinos siguen unidos contra el tendido, conscientes de que si no continúan con sus reivindicaciones el proyecto podría seguir adelante. Los habitantes de la parroquia sostienen que el trazado es uno de los más lesivos que se podían haber elegido y, concretamente, en el concejo de Siero afecta a numerosos núcleos de población, así como a un espacio natural.

Esta línea es una prueba más de que al lado de las ventajas de Siero como encrucijada de caminos de Asturias existen también problemas. La creciente presencia de líneas de alta tensión ha agitado la conflictividad en los últimos años. Después de enfrentamientos entre los vecinos, primero de Carbayín y posteriormente de Valdesoto, con la Administración provocados por la línea Soto de Ribera-Penagos, han surgido nuevos focos de conflictividad como la línea Costa Verde.

Por otra parte, en Ferrera varios vecinos han presentado alegaciones contra la prolongación, a lo largo de cien metros, de una línea de alta tensión con la que se pretende dar sustento energético a una gasolinera. Los particulares han tratado de impedir que el tendido pasara por sus fincas sin éxito. Las alegaciones han sido denegadas.