En referencia a las dietas, la situación del portavoz de Conceyu, Rafael Rodríguez, volvió a estar en mente de todos. Guillermo Martínez destacó que «algunos concejales sin responsabilidades de gobierno pasarán a cobrar dos y tres veces más» con el nuevo reparto, mientras que el popular David Ordóñez dio incluso cifras, indicando que un concejal que asista a todas las comisiones y a la Junta de Gobierno, como será el caso de Rodríguez, se embolsará un mínimo de 1.352 euros mensuales. «Se castiga a los que no firmaron la moción de censura y se premia a los que firmaron», sintetizó Ordóñez.

Pese a las alusiones, Rodríguez eludió entrar en el debate, argumentando que «a la gente no le importa lo que ganamos en la Corporación. Sólo quiere que esto funcione».

Además de la cuestión económica, el Pleno tuvo otro punto de interés en la inclusión de los dos concejales del PP en el Grupo Mixto. La medida fue rechazada de plano por los populares y el PSOE, con Guillermo Martínez definiéndola como un «acto vengativo, rencoroso y abyecto, que forma parte de la dinámica de la moción».

Pero el diálogo más duro lo mantuvieron Luis Vázquez y David Ordóñez, quien afirmó que el que fuera candidato del PP a las elecciones locales había decidido contravenir las órdenes del partido después de que se echasen por tierra unas supuestas pretensiones de figurar en la lista al Senado en las elecciones generales de noviembre.

Una acusación que Vázquez rechazó, señalando que Ordóñez había mentido, a buen seguro por haber sido mal informado por terceras personas. Asimismo, Vázquez señaló que él asume su actual condición de no adscrito, aunque advirtió de que esa situación podría revertirse próximamente, ante lo que Ordóñez aseguró que: «Si usted vuelve al PP, yo me voy».