Noreña,

Franco TORRE

El centro de Noreña sufrió ayer una importante modificación viaria, encaminada a mejorar la seguridad y la fluidez del tráfico, así como a optimizar los aparcamientos. Las calles implicadas directamente en esta reordenación son Truébano, La Amargura, Pedro Alonso y Manuel Rionda, aunque su influencia se dejará notar en todo el centro. Además, desde el Ayuntamiento de Noreña señalan que hay otras medidas en estudio para ir puliendo, poco a poco, el tráfico rodado en la Villa Condal.

La más importante de estas medidas se localiza en la calle Manuel Rionda, hasta ayer de doble sentido y que ha pasado a ser de sentido único ascendente hacia la calle del Reloj. Esto redundará en una mayor seguridad de esa calle, en la que aparcan vehículos en ambos márgenes de forma habitual, lo que impedía físicamente el tránsito de dos vehículos, en sentidos opuestos de circulación, a un tiempo. Además, la medida permitirá también optimizar las plazas de aparcamiento de la calle, en la que hay espacio para unos treinta vehículos y que es muy socorrida por la cercanía de la escuela de 0 a 3 años.

La otra corrección relevante se realizó en el Truébano, con la supresión de la rotonda preexistente y su sustitución por un cruce, con un stop para los vehículos que se incorporan desde la calle de La Amargura. En cuanto a Pedro Alonso, que une el Truébano con Manuel Rionda, se ha limitado su velocidad a 30 kilómetros por hora, también por motivos de seguridad.

La relevancia de estas medidas se debe a que, con la apertura de la nueva carretera entre Noreña y Pola de Siero por Ferrera, el tráfico del Truébano, Pedro Alonso y Manuel Rionda se había multiplicado, ya que muchos conductores accedían o salían del centro, precisamente, por el Truébano.

Todas estas medidas se ejecutaron en la jornada de ayer. De hecho, las nuevas señales y las marcas viales, realizadas por trabajadores de una empresa de señalización, estaban concluidas ya a media tarde.

Según explica la concejala de Seguridad, Verónica Noval, el objetivo primordial de estas medidas es lograr «una mejora de la seguridad y ordenar los aparcamientos en la calle Manuel Rionda, una zona especialmente conflictiva». Asimismo, Noval señala que la glorieta de la calle Truébano «no cumplía con las medidas para ser glorieta, por lo que, según los informes de la Policía Local, tenía más sentido poner un cruce con stop».

«Seguimos haciendo un estudio de todo el municipio para ir mejorando el tráfico, siempre con el asesoramiento de la Policía Local», concluye la edil.