Pañeda (Siero),

Gonzalo BENGOA

«La lluvia de estos días y el hecho de que no haya enfriado han servido para conseguir buenos ejemplares de setas». Así explicó ayer Antonio Sánchez, uno de los integrantes de la Sociedad Micológica de Pañeda Nueva, organizadora de las XXIII Jornadas micológicas en las escuelas de la localidad, la amplia variedad de especies de la muestra de este año, 340, entre ellas 20 nuevas con respecto a la edición anterior. Del resto, 37 especies repitieron expositor un año más desde 1990.

Antonio Sánchez destacó que «este ha sido el año de los champiñones, con más de veinte especies, de las cuales cuatro son tóxicas». El experto subrayó esta particularidad porque «muchos piensan que todos los champiñones son comestibles, pero existen diferencias».

Cientos de personas recorrieron la exposición de setas organizada por la sociedad micológica, «que tiene una función fundamentalmente didáctica», afirmó Sánchez.

Muchos visitantes repiten cada año, como Pedro Fernández, vecino de Pola de Siero y experto en setas, «aunque siempre aprendes algo nuevo, que no encuentras aunque lleves años recogiendo setas». David Alonso, un joven de Noreña, llevó su guía de setas a la exposición, «pero no hay duda de que aprendes mucho más observando una seta a la vista que en una fotografía», aseguró.

Fueron muchos los que escucharon las sugerencias de los expertos. «Cuando no conoces una seta, no es conveniente cortarla, sino que es mejor arrancarla entera porque de esta forma conseguimos tener toda la información», explicó un experto a varios aficionados.

Félix Romero llevó a sus hijos Manuel y Pablo a ver la exposición de setas de Pañeda. «Nos resultaba curioso conocer de cerca tantas variedades», comentó el padre, de Pola de Siero. Alfonso de Carlos es otro aficionado, vecino de Soto de Llanera, pero en casa le sugirieron que «aprenda primero a distinguir las variedades para discriminar las tóxicas», comentó. Para complementar la visita, muchos disfrutaron de las jornadas gastronómicas paralelas.