Cuando leí que ningún empleado público puede cobrar más que el Presidente del Principado, pensé que subiendo su sueldo un céntimo más que quien más cobre ningún sueldazo peligraría; aunque sería mucha cara. De todas formas uno, cliente de Cajastur, Liberbank o como se llame, envidia el sueldazo de su director, Manuel Menéndez y Menéndez. Él, para que ningún empleado lo supere, les está bajando el sueldo. Y no es poco. Entre «pizcos y mizcos» puede llegar a rebajarles más del treinta por ciento. Y entonces los clientes pensamos que tendríamos que retirar el mismo porcentaje de nuestros exiguos depósitos, porque él, que no es quien nos atiende, no consta que se haya recortado ni el flequillo de los más de cien millones de pesetas anuales que se lleva de la Caja. Pero, claro, el llegó a ese puesto como llegó, no por unas oposiciones como los miserables empleados. Si don Manuel se aplicase recorte en igual medida no sería necesario olvidar la obra social, que, por ejemplo, podría ayudar a bachear la carretera As -324 Valdesoto-Bimenes, que es un dolor.