Candás, Mónica G. SALAS

Cientos de notas musicales invaden de ritmo el centro polivalente La Baragaña. Mientras unos tocan con ternura y sentimiento las cuerdas de una guitarra clásica, otros trasladan su fuerza y energía a una guitarra eléctrica. En el mismo escenario suenan también los clarinetes, que interpretan con precisión la canción «Yesterday», y los cánticos de mujeres y hombres, que siguen una pieza de Antonio Vivaldi. Son los alumnos de la Escuela Municipal de Música Miguel Barrosa, que, a través de la voz y sus instrumentos, intentarán este año que Candás no olvide su pasado. «Hay que mirar un poco más para el folclore candasín y para la música tradicional en general», asegura David Colado, director de la escuela. Bajo esa filosofía, coincidiendo con el final del curso en junio, los alumnos del centro representarán la fiesta del Santísimo Cristo de Candás haciendo un recorrido por sus principales escenas.

Ésta no es la única propuesta de la escuela de música de Carreño para rescatar el pasado de la villa marinera. También «queremos grabar un disco con canciones antiguas del concejo y darlas a conocer a los más pequeños en los colegios. De esta forma queremos retomar los orígenes de Candás a través de la música y enriquecer aún más su cultura», explica Colado.

Al margen de todo esto, la Escuela Miguel Barrosa tiene también muchos otros proyectos a la vista. En mayo se celebrará la segunda edición del encuentro musical que reunió el año pasado a orquestas de todos los puntos de Asturias y que recorrió por medio de la música los puntos más relevantes del concejo. «Fue todo un éxito; el casino de Candás o el Museo Antón son algunas de las entidades que nos demandan que continuemos haciéndolo, porque este evento mueve a mucha gente», señala. La colonia musical de verano, que alcanza este año su undécima edición, es otra de las actividades musicales con mayor éxito en el concejo. Con clases por las mañanas y actividades lúdicas y educativas por las tardes, son muchos los jóvenes españoles que se acercan a Candás en busca de unos días de música y diversión.

Sin embargo, lo que no podrá llevarse a cabo este año es el proyecto «Comenius». «Queríamos hacer una especie de intercambio con Italia, pero al final no salió. No obstante, es uno de nuestros objetivos prioritarios para el curso que viene», afirma.

La Escuela de Música Miguel Barrosa, con 190 alumnos y 11 profesores especialistas, es una de las más prestigiosas de Asturias. De este centro han salido grandes músicos que hoy en día están trabajando a nivel profesional en otros países del mundo. De hecho, hasta la fecha más de 150 jóvenes de esta escuela han superado el grado elemental, completándolo muchos de ellos con el grado profesional e incluso el superior de música en los conservatorios asturianos.

Ese potencial musical lo demuestran cada año en el concierto de Santa Cecilia, que celebran en diciembre en el Teatro Prendes y que este año contó con la actuación estelar del profesor de violín recientemente jubilado Jacek Niwelt. «Este concierto siempre es muy especial para nosotros, ya que hace unos años se empezó a cuestionar nuestra labor en el concejo y gracias a él pudimos demostrar lo que somos. Y este año, con la intervención de Jacek, fue si cabe aún más emotivo, ya que es el primer profesor que se nos jubila en la escuela y nos dio un auténtico recital», asegura Colado.

Desde la formación de «Música y Movimiento» para los más pequeños, de cuatro a siete años, hasta educación musical para los más adultos, hoy en día la escuela de música de Carreño está compuesta por un amplio abanico de alumnos, desde los cuatro años a los sesenta. A ellos ofrece una enseñanza reglada, para los que quieran dedicarse a la música de manera profesional, y no reglada, para los más adultos. Con respecto a los pequeños, Colado sostiene: «Es la cantera. De cómo lo enfoques va a depender que los niños quieran seguir o no».