En verano, excesivo calor; en invierno, demasiado frío, y durante todo el año, humedades y robos. Esta es la situación que vive día tras día la Banda de Música de Candás desde que, hace 18 años, convirtiese un módulo prefabricado en su sede. Aunque el objetivo era poder sustituirlo algún día, no muy lejano, por otra edificación, ese día no acaba de llegar. El tiempo pasa y la institución sigue igual o peor que hace casi dos décadas. Y eso a pesar de que la banda no para de crecer cada año un poco más, tanto en integrantes -ya son 78- como en instrumentos. Las instalaciones han quedado, en consecuencia, pequeñas y obsoletas después de casi 30 años de vida, ya que anteriormente fueron ocupadas por el colegio San Félix de Candás. Por si eso fuera poco, la agrupación musical sufrió en la noche del martes un robo, el mayor en sus 130 años de historia.

La Guardia Civil sigue investigando para tratar de dar con los ladrones que han terminado de hundir a la Banda de Música de Candás al llevarse seis instrumentos que en su día costaron alrededor de 10.000 euros y que ahora, "cuando tengamos que reponerlos, nos saldrán entre un 40 o un 50 por ciento más caros", comenta el presidente de la formación, José Miguel Karrera, quien ya tuvo que hacer frente en el pasado a otros tres hurtos, aunque de menor cuantía económica.

Y es que lo mismo da tener hasta tres cerraduras en la puerta principal porque, si "quieren entrar, entran. Y para nosotros ya no es sólo el daño económico que nos puedan hacer, es que, aparte, cada instrumento tiene su historia y su significado para un músico", comenta Karrera, al lado de una tuba, concretamente un instrumento de treinta años de antigüedad.

Aunque el golpe ha sido duro, Karrera cuenta con el apoyo de toda la banda y está seguro de que saldrán adelante. "En cerca de 30 años que llevo como presidente navegué por todo tipo de mares, aguanté muchas tempestades y tuve que dirigir barcos de vela, vapor y motor. Así que de esta, saldremos", dice. Sin embargo, eso no quiere decir que el mar llegue a calmarse del todo, porque José Miguel Karrera es consciente de que el módulo prefabricado en el que ensayan todos los sábados tiene los días contados y cuando eso ocurra "la Banda acabará", espeta, ya sin esperanzas de que ese Centro de la Música de Candás que hace tres años les iba cambiar la vida llegue a ver la luz en algún momento.

Este proyecto, que fue presupuestado con cargo al "Plan A" de reactivación económica, con medio millón de euros, permanece paralizado desde el año 2010, momento en el que el Gobierno del Principado de Asturias reconoce que por un error administrativo, "la partida desapareció". A raíz de esa circunstancia, la Consejería de Cultura suspendió el 2 de febrero de 2011 el expediente de contratación de las obras de construcción del centro por falta de crédito. Por ello, no es de extrañar que el presidente de la agrupación musical candasina se muestre molesto.

"Le pediría al Principado que desbloquee el proyecto y que devuelva al concejo el dinero que le corresponde", dice. Más aún "cuando el Ayuntamiento cumplió con su parte y pagó lo que le correspondía. Aquí el único que no cumplió fue el Gobierno regional, que no sé qué es lo que le pasa con Carreño, que no hace nada", opina Karrera, quien, pese al temporal, asegura que "no vamos a anular ninguna actuación prevista". La próxima, en la villa, el día 13.