La familia desalojada en el paseo marítimo de Candás por los desprendimientos del pasado mes de marzo demandará al Ayuntamiento de Carreño por su responsabilidad patrimonial, al ser el municipio dueño de la ladera argayada. La familia ha tomado la decisión una vez que el Ayuntamiento les ha denegado la licencia de obras para con sus propios recursos retirar las piedras caídas detrás de la casa, de forma que si se producen nuevos desprendimientos no salten directamente a la edificación.

El Consistorio pide que la familia realice estos trabajos pero tras presentar diversos informes de seguridad y proyectos técnicos, que son inasumibles económicamente, y que retrasarían el comienzo de unas obras que serían efectivas sólo antes de que llegue el mal tiempo.

"No cabe la presentación de proyecto técnico, ya que se trata de una obra menor, lo que pedimos es licencia para poder retirar las tierras caídas y que no se destruya la vivienda si vuelve a argayar", reclama la afectada, Alicia Prendes. Señala además que "es competencia de la administración la limpieza de las laderas de las montañas en las que se vean afectados bienes públicos", como es el caso del paseo marítimo. Por esto, y después de meses sin que el gobierno de Ángel Riego haya "hecho nada" para poner solución al cierre prolongado del paseo y la imposibilidad de la familia de regresar a su hogar, se les exigirá responsabilidad por la vía judicial.

"Procederemos a reclamar la responsabilidad patrimonial en la que ha incurrido el Ayuntamiento de Carreño en el momento en que se cuantifique el daño y se disponga toda la documentación precisa", adelanta Prendes. Las piedras que impiden el acceso de vehículos por el paseo y la entrada de la familia de Prendes a su casa proceden de la ladera del monte Fuxa, anexa al paseo y propiedad municipal.

Además, Prendes ha señalado que ya en el año 2010 se había informado al Ayuntamiento de la peligrosidad del monte, sin que nada se hiciera al respecto. "Presentamos un escrito solicitando la intervención municipal ante el riesgo de derrumbe de las tierras del monte, y con ello el riesgo que suponía para los bienes públicos, no sólo nuestra casa, como es el c aso del paseo y la carretera, tal y como finalmente ha ocurrido", lamenta Alicia Prendes, que recuerda que aquella "pasividad municipal" ha derivado ahora en "el cierre de la carretera y que llevemos seis meses sin casa".

La respuesta del Ayuntamiento a esa petición entonces fue que "a falta de un estudio técnico específico sobra la estabilidad del monte no se aprecia riesgo inminente para la casa, y no afecta directamente a la vía pública, por lo que es un asunto de ámbito privado y dentro de éste debe resolverse".

Dos años y medio después, el monte se cayó sobre la casa y sobre la vía pública.