En Argüeru, Villaviciosa, no temen al lobo. Quienes les quitan el sueño son los perros agresivos a los que culpan de haber atacado a 10 de las 18 ovejas de Francisco Tuero Palacio en la noche del lunes al martes. Mataron a la mayor parte de ellas y algunas quedaron malheridas, pero su propietario duda de que puedan salir adelante.

Francisco Tuero está convencido de que los culpables de este ataque fueron dos o tres perros domésticos, pero agresivos. "Aquí no hay ningún animal que ataque, porque el raposu (zorro) no va a las ovejas y aquí lobos no hay", asegura. Además, el interés del agresor no es alimentarse, pues no come a las ovejas, únicamente les agrede en el cuello, con la única pretensión de matarlas. Sólo una apareció con los intestinos fuera del cuerpo.

Tuero calcula que estos daños le van a acarrear unas pérdidas que rondan los 3.000 euros, pues a las diez ovejas suma veinte corderos, ya que todas estaban preñadas, a punto de parir. Relata que fue el dueño de las vacas del prado contiguo quien se percató de lo ocurrido y le avisó. Cuando llegó a su finca de Argüeru en la que pastaban las ovejas y en la que ayer pasaron la noche se llevó el gran disgusto. Comunicó lo ocurrido a la Guardia Civil.

Pero ésta no es la primera vez que se produce un ataque similar en el pueblo, por lo que los vecinos temen que se vuelva a repetir y piden un mayor control sobre los cánidos. Benjamín Menéndez asegura que estos perros agresivos también mataron a quince de sus ovejas en dos o tres ataques. Apunta que la última vez fue este verano, cuando estos animales acabaron con la vida de cinco de ellas en dos o tres días. Por lo que se une a las peticiones a los dueños de incrementar la vigilancia sobre sus perros.