El día no acompañó, pero San Antón salió de igual forma en procesión y presenció la tradicional puya'l ramu, celebrada ayer en la explanada de la iglesia de Perlora. Hasta allí se aproximaron, pese a la intensa lluvia, vecinos de todos los puntos de la parroquia e incluso de fuera de ella. Porque si a algo da pie esta fiesta es al reencuentro, como el que protagonizaron Laura Cuervo y su familia, ahora residentes en Gijón. "Venimos siempre por San Antón. Nos gusta y suele estar muy animada la jornada. Además, mi abuelo, ya fallecido -Luis Cuervo-, fue durante muchos años la persona encargada de subastar los alimentos", cuenta esta vecina al lado de su marido Germán Rivera, sus hijos Sofía y Beltrán y todos los productos por los que pujaron en la mañana de ayer, que no fueron pocos: dos gallinas, dos gallos, un lote de fabas, una botella de vino, chorizos y morcillas.

Como Cuervo, otros tantos perlorinos, entre ellos Mary Carmen Álvarez y Álvaro Álvarez, disfrutaron de un día en familia, que comenzó con la celebración de una misa, cantada por el coro de la parroquia. Tras ello, hubo procesión con la Banda de Gaitas de Corvera y subasta, protagonizada por Pedro Caballero y en la que se recaudaron alrededor de 800 euros.