En Candás hubo ayer barra libre de historias. El escenario del Teatro Prendes se convirtió en un chigre de pueblo para acoger la entrega del premio "Mujer del Año" en su edición de 2014. Y es que el galardón que concede la concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Carreño recayó en esta decimotercera edición en manos de diecisiete vecinas -al acto asistieron once- que regentaron en el pasado los bares-tienda del concejo, "por su capacidad emprendedora y su aportación al medio rural". Ellas, que recogieron ayer el calor del público, relataron, a lo largo de un acto cargado de humor y de sentimiento, las anécdotas que guardan de sus tiempos mozos detrás de la barra.

"Allí estaba todo junto. A un lado teníamos la alimentación y a otro, la cafetería. Y en el mismo edificio, también la vivienda", contaba Purificación González, de 88 años, que regentó uno de los 29 bares-tienda que llegaron a concentrarse en el municipio, Casa El Cascayu, en Ambás. Ella y otras muchas mujeres que vivieron durante años de estos populares negocios cuentan la cantidad de productos que tenían en sus tiendas. Desde azúcar, patatas y tomates hasta madreñas, zapatillas e hilo para coser. Incluso ponían a la venta arroz para perros, como destacaba María Amada Muñiz, de 87 años y de Casa Ramona, en Perlora. "Y oye, este arroz tenía mucho éxito", agregaba con simpatía.

Precisamente, la felicidad nunca escaseó en la vida de estas mujeres trabajadoras y emprendedores de Carreño. Algunas ya ni se acuerdan de las horas que pasaron detrás de la barra porque, al final, aseguran, lo que queda en la memoria es lo bueno. Y lo bueno en este caso es el amor que tantos vecinos les dedicaron durante años. Unos acudían para tomar el vermú de la mañana, otros para echar la partida de la tarde y otros hasta picaban a la puerta de madrugada para utilizar el teléfono público y llamar al médico. Los bares-tienda fueron durante décadas el motor social de las parroquias del concejo. Y así quedó demostrado ayer con las historias de estas diecisiete mujeres.

"Estamos muy contentas", decían tras el acto Ana Álvarez, de 90 años, y su hija Margarita Fernández, de 59; ambas dirigieron durante más de 40 años Casa Eduardo, en El Valle. "Yo estoy encantada; ya es el tercer premio que recibo a mis 92 años de edad", apuntaba, por su parte, Palmira Muñiz. El resto de galardonadas fueron Mercedes Duarte, María del Pilar Fernández, María Ángeles González, Josefina Fernández, Amada Muñiz, María del Pilar Busto, Ángeles Quirós, María Luisa González, Pilar García, María Ángeles Fernández, Dorina Pérez, Eva González e Inocencia Sela.

Durante el acto subieron al escenario las integrantes de la asociación cultural "Les Ayalgues" de Carreño y la monologuista Vanessa Peña, que aportaron la nota cómica a la gala. También el presentador, Alain Fernández, derrochó humor.