La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La música une Candás y Guipúzcoa

La banda municipal actúa en Orio y en Hondarribia en homenaje al vínculo histórico del concejo con los vascos a través de la caza de ballenas y de la pesca

Candás fue posada de cientos de vizcaínos y guipuzcoanos, y luego fue poblada por ellos durante un largo período de tiempo. Una relación que se inició en el mar y que la Banda de Música de Candás quiere recordar a modo de homenaje con sus notas y melodías en las localidades Guipuzcoanas de Hondarribia y Orio. Por eso, el sábado se desplazará a tierras vascas. Es la segunda vez que visita la localidad de Orio, pero será la primera en la que Hondarribia pueda disfrutar de la música candasina.

El domingo 27 la banda de Candás debutará en la Plaza de Guipúzcoa de Hondarribia a las 20 horas. El día 29 actuará en Orio, a las 12.45 horas, y tocará conjuntamente con la Danbolin Musika Eskola. Finalmente, se hará entrega a Jon Aguirresarobe Lopetegui del diploma que lo acredita como socio de honor, en reconocimiento a su colaboración y entrega a los marineros vizcaínos y guipuzcoanos tras el trabajo que realizaron en la villa. Al viaje acudirá la alcaldesa de Carreño, Amelia Fernández.

La relación de los marineros vascos con Asturias se remonta a la caza de la ballena, como reflejan documentos que se remontan a la Baja Edad Media y que llegan hasta mediados del siglo XVII, en los que se hacía constar un estrecho vínculo entre sus habitantes. Candás también recibió la legada de pescadores vascos que embarcaban en el cabo Peñas para seguir la costera del bonito. El hecho de que la villa marinera fuese elegida como base de operaciones por los vascos durante la costera estival del bonito se debe a su actividad conservera. Pero no sólo la pesca atrajo a los vascos a la capital carreñense. Las fábricas de conserva fueron excusa para la segunda oleada de lateros y cesteros. Así llegaron, entre otros, los Génova Leunda, los Alcorta y los Iriondo, que luego echaron sus raíces a orillas de las faldas de los montes de San Antonio y San Sebastián.

Alijostes, Aramendi, Badiola, Karrera Urretavizkaya, Echevarría, Iturrioz y Torrontegui, entre otros, fueron desde entonces los apellidos de muchos niños y niñas candasinos. Los vascos dejaron muchos apellidos en Candás, pero no sólo eso. También fueron introductores de artes de pesca previamente desconocidos en Asturias, como los cercos de jareta para la captura de sardina y bocarte, y las nasas cilíndricas de madera para la pesca de langostas. Sin duda, una relación familiar y de amistad que se pretende perpetuar con esta visita cultural y que se viene repitiendo ya desde hace más de dos años.

Compartir el artículo

stats