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Villaviciosa

Lugás restaura el monumento al Jueves Santo, de 1827, para su día grande

"Nuestra vocación es recuperar nuestro pasado", dice el párroco, que pretende rehabilitar el retablo de Santo Toribio

Agustín Hevia Ballina, junto a la pieza rehabilitada, en el santuario de Lugás. MARIOLA MENÉNDEZ

"Lugás es una parroquia con vocación de recuperar su pasado". Lo afirma el párroco, Agustín Hevia Ballina, y razones no le faltan. La última, la restauración del monumento del Jueves Santo, que ya luce con lustre en el santuario mariano que el día 8 celebra el día grande de sus fiestas en honor a su Virgen. Ha sido un trabajo desarrollado por Paula González Ablanedo, la misma restauradora que se encargó de recuperar el reloj de sol de la fachada.

Agustín Hevia explica que originariamente este monumento al Jueves Santo se ubicaba en el altar del Rosario, a la izquierda del altar mayor. En él se colocaban velas a su alrededor y en el centro, el Santísimo Sacramento. "Se asemeja a una arquitectura coronada por la fe, con ojos tapados", explica el párroco. Data de 1827. También aparece representado el Cordero de Dios o Agnus Dei, que "hace referencia al sacrificio de Cristo en la Eucaristía". Suele reproducirse sobre un libro que es la figuración de la sabiduría divina, agrega el sacerdote. Ademas, la restauración permitió recuperar la inscripción "Nihil Sibi", que significa "nada para sí", en referencia a la obra redentora de Cristo, explica Hevia Ballina. "La Eucaristía es el primer signo de donación de Dios", agrega.

El párroco destaca que aunque tiene "una tipología muy sencilla, es muy significativa". Quedan pocos monumentos de este tipo en el patrimonio parroquial del concejo. Según consta en el libro de fábrica del santuario se pagaron 259 reales por un lienzo para el monumento de Jueves Santo. "Es un testimonio de una costumbre religiosa de realizar un monumento al Jueves Santo, un día muy importante para los creyentes. Quedan muy pocos y en Villaviciosa no conozco otro", apunta el sacerdote.

El próximo gran proyecto que tienen en mente los parroquianos de Lugás y que acometerán en cuanto puedan es recuperar el retablo de Santo Toribio, de 1605 y que se perdió. Se quemó durante la Guerra Civil y sólo se salvó el coronamiento, que se guarda en el Museo de la Iglesia. La idea es que regrese a Lugás para integrarlo en el conjunto del retablo, del que se conservan documentos gráficos del diseño y traza en el Archivo Histórico de Asturias, por lo que ayudará a su reproducción. La intención es que acometa esta obra el artista maliayés Pepe Cuadra, uno de los grandes en arte e imaginería religiosa en Asturias. Lo hará con madera de ciprés y llamera procedente de árboles del campo de la iglesia. De hecho, hace unos años Cuadra ya dio forma de San Miguel Arcángel y San Roque a parte del tronco de este ciprés. Eran dos imágenes que también se habían perdido durante la guerra.

Los parroquianos promovieron además la restauración del oratorio de ánimas y del altar sacramental hace unos 30 años. Hace menos tiempo Carmen Soberado se encargó de las vidrieras, en las que había intervenido Hilarión de Ugaldea, el autor del reloj de sol. Éste también fue mejorado, al igual que la hospedería.

El de Lugás es uno de los santuarios marianos más importantes de Asturias. Es tradición peregrinar hasta él el 8 de septiembre. Ese día habrá misas a las 9, 10 y 11 horas. Los ramos saldrán a las 11,45 y la misa solemne en honor a la Santina será a las 12,30. La subasta del ramo será a las 14 horas y por la tarde finalizará la novena. Dentro del programa festivo destaca el III Memorial José Vega de canción asturiana, verbena y fuegos artificiales. El fin de semana se inaugurará la bolera y el lunes habrá juegos tradicionales, costillada y baile nocturno.

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