Cuando se reseñan las grandes fiestas de Siero, se citan usualmente las tres celebraciones polesas, las dos Lugones y, a lo sumo, las de Valdesoto y Pañeda. Pero en torno al Día de Asturias coinciden en el calendario una gran cantidad de pequeñas fiestas de localidades rurales que mueven, en conjunto, tanta o más gente que una de esas grandes celebraciones. Así, en este fin de semana, hasta un total de nueve localidades de siete parroquias distintas celebran sus fiestas.
En concreto, las celebraciones que conforman esta semana grande de festejos son: las fiestas del Cristo del Agua en Lieres; Nuestra Señora de la Salud en Hevia; Nuestra Señora del Rosario en Muñó, Granda y Celles; Santa Bárbara en San Miguel de la Barreda; La Santina en Llorianes y Santa Apolonia en Leceñes (ambas de la parroquia de Valdesoto); y El Cristo en Colloto (parroquia de Granda).
Aunque cada fiesta sigue sus propias dinámicas, ya que todas ellas están muy asentadas en el calendario, hay un denominador común que las une a todas: el gusto por la buena gastronomía. Así, en cada romería han proliferado las comilonas de distinto cariz, casi como retando a los romeros a ir de fiesta en fiesta cotejando las viandas. A las pantagruélicas paelladas de Muñó, Hevia y Colloto respondieron los de Granda y Celles con sendas corderadas. En Leceñes, en cambio, se optó por la fabada, que también cobró protagonismo en la comida de hermandad de Llorianes, donde además se celebró un animado concurso de tortillas.
En Lieres, por su parte, la animación la puso la propia comisión de festejos cuyos miembros interpretaron la comedia "Consultorio médico", para carcajada general. Hevia y San Miguel, por su parte, distinguieron a los mayores de sus respectivas parroquias, aunque en la primera también se dio un premio a los vecinos de menor edad: Nora Ramos, de 10 meses, y Lucas Díaz, de 14.
Pero más allá de estas cuestiones, cada una de estas fiestas tiene otra cosa en común: que para sus vecinos, los del pueblo, son sin duda las mejores.
