Los colectivos de la zona occidental del concejo de Siero, la que abanderan los núcleos de Lugones y La Fresneda, consideran que sufren una "discriminación evidente" respecto a la capital del concejo, Pola de Siero, y su entorno, tanto en inversiones como en servicios. Una circunstancia que, entienden, se ha agravado en estos últimos años de crisis, en los que las grandes inversiones han escaseado fuera de la capital.
"La última gran inversión que recuerdo en Lugones es la pista cubierta de La Acebera, que se inauguró siendo alcalde José Antonio Noval", señala Edita Reguero, presidenta de la asociación folklórica "La Sidrina". Aquel equipamiento deportivo, impulsado en el último mandato del socialista José Antonio Corrales, se inauguró en marzo de 2011, con el gobierno en manos del popular José Antonio Noval. En este mismo lustro, la Pola ha inaugurado su complejo cultural con el flamante auditorio, la renovada plaza de abastos y actualmente tiene en obras un segundo polideportivo. "En estos cinco años, en la Pola se inauguró de todo", sintetiza Reguero.
Los datos del presupuesto de 2014, el último aprobado en el concejo y que está prorrogado en este ejercicio, arroja también datos expresivos: para Pola de Siero se destinó una cantidad total de 1.213.346 euros en inversiones, con una media de 95,1 euros por habitante; para Lugones, se destinaron 615.000 euros, a 46,9 por habitante.
Pero esta cifra está además inflada, ya que se destinaban 250.000 euros para el proyecto y la edificación de la primera fase de un centro polivalente, una obra que no ha cristalizado. Si excluimos esa partida, la media por habitante en Lugones queda en 27,8 euros: menos de la tercera parte de la cantidad por habitante invertida en la Pola, y la más baja entre los cuatro grandes núcleos urbanos de Siero.
Más allá de las inversiones, los colectivos lugonenses también aprecian discriminación en el día a día, en cosas tan básicas como las facilidades administrativas para organizar eventos o las actividades desarrolladas por los organismos dependientes del Ayuntamiento, el Patronato Deportivo Municipal y la Fundación Municipal de Cultura, que consideran que tienen más actividad en la zona oriental del concejo.
"Nosotros fuimos el primer colectivo que tuvo que pagar una tasa por ocupación de la vía pública para hacer una actividad, durante el gobierno de Foro. Y nos consta que en la plaza cubierta de la Pola las tasas funcionan de otra manera y no se llevan a rajatabla", denuncia Christian Álvarez, del colectivo "Lugones se mueve". "En estos últimos años el mensaje era que no se podían hacer inversiones, que no había dinero para gastar, pero ellos tienen su auditorio y su nuevo polideportivo", añade.
A la hora de precisar la mayor necesidad de la localidad, los colectivos coinciden en reclamar un centro cultural que disponga de un espacio polivalente para acoger actividades. "Necesitamos una zona cerrada en la que hacer cosas, en eso estamos todos de acuerdo", señala Ana José de Celis, del colectivo de comerciantes Centro Comercial Abierto, que no obstante prefiere no opinar sobre las eventuales diferencias de trato entre ambas localidades.
Esta situación, en todo caso, no es exclusiva de Lugones. En la vecina localidad de La Fresneda también se sienten discriminados. "Siempre ha existido un olvido sistemático hacia la zona oeste del concejo", sostiene José Carlos García de Castro, portavoz de la Plataforma Vecinal de La Fresneda, quien no tiene reparos en reconocer que esta situación es la que propicia la aparición de formaciones políticas localistas como la que él lidera.
"Las grandes inversiones del concejo de Siero siempre han tenido un lugar, que es la capital", sostiene García de Castro, quien denuncia además, en referencia a las otras fuerzas políticas de la corporación, que "la mayoría nos han llamado insolidarios por reivindicar lo que otros ya tenían desde hace muchos años. Pero esa es nuestra lucha".
