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ALFREDO RODRÍGUEZ | Concejal de Cultura en Llanera (PSOE)

"Los recortes siempre afectan a la cultura porque se la considera un lujo"

"La idea no es acabar con los Perxuraos; lógicamente, daremos nuestro barniz a la fiesta, pero la base se conservará"

Alfredo Rodríguez, en Posada. M. N. MORO

Alfredo Rodríguez, licenciado en Historia del Arte, es concejal de Cultura de Llanera. Máster en Comunicación y en Social Media, trabajó en varios medios de comunicación antes de saltar a la política activa en las últimas elecciones en la lista del PSOE. Lleva cerca de diez años afiliado al partido.

-¿Qué le llevó a dar el salto a la política activa?

-Estaba trabajando como autónomo y Gerardo Sanz me ofreció la oportunidad de trabajar en un proyecto interesante y con gente muy capaz, y tomé la decisión. Yo lo considero como una evolución del compromiso que siempre he tenido con la comunidad en la que vivo. Con 17 años fui uno de los fundadores de un club de baloncesto, estuve integrado en "Llanera joven", en el taller de radio "Onda 22", fui fundador de un grupo de teatro. Ya tenía una trayectoria y para mí fue un paso natural.

-Los políticos hablan siempre de la importancia de la cultura, pero en la práctica no parecen hacerle mucho caso.

-Todos estamos de acuerdo en la necesidad de tener la población con los mayores niveles culturales posibles. Y también es cierto que no siempre se apoya la cultura como se debería hacer. Los recortes siempre afectan a la cultura en primer lugar, creo que porque, de forma equivocada, a veces se considera que es un lujo, cuando es una necesidad.

-Otra creencia arraigada es ver la cultura como algo deficitario, cuando puede ser muy al contrario.

-Sin duda. Cuesta mucho trabajo hacer ver el potencial que tiene en nuestro país la industria cultural. No sólo el cine, la música o los libros, sino también los museos o el patrimonio. Es algo que en nuestro entorno de la Unión Europea tienen muy asumido. Hay ejemplos en Europa de regiones deprimidas que consiguieron salir adelante económicamente apostando de forma clara por la producción cultural. La cultura también es capaz de crear tejido empresarial y empleo, y de atraer visitantes.

-Y en un municipio pequeño como Llanera, ¿qué posibilidades hay de explotar los recursos propios?

-En la concejalía estamos emprendiendo una acción de protección, conocimiento y difusión de nuestro patrimonio. Un ejemplo. Hace unos días limpiamos todo el entorno del molino de Cayés, una de las joyas etnográficas de este municipio, que es propiedad municipal y del cual vamos a restaurar ahora el corredor. Tenemos otra idea en la cabeza, que es la reparación del tejado de la iglesia de Arlós, románica del siglo XII, en cuya restauración tendremos que intervenir distintos actores. El Ayuntamiento en solitario probablemente no vaya a hacer frente a la obra. Y por otro lado vamos a potenciar las excavaciones del Lucus Asturum romano. Lo estamos moviendo ya. Son tres elementos que nos pueden ayudar a mejorar el atractivo. Y con eso, también estamos contribuyendo a la economía del municipio. Y estamos interesados en mantener distintas líneas de colaboración con el Museo Fernando Alonso para que sea un referente.

-Una de las formas de aprovechar la historia fue la fiesta de los Exconxuraos. ¿Qué le parece?

-Yo como historiador siempre he preferido la denominación Perxuraos o Conxuraos. Indudablemente, es una muy buena idea recuperar un episodio histórico muy relevante en Llanera y celebrarlo todos los años. Además, ha llegado a un nivel con capacidad para atraer a personas de fuera de Asturias. Eso es un elemento importante, donde se conjugan historia, y por lo tanto cultura, y al mismo tiempo fiesta. Este equipo de gobierno va a seguir apostando por la fiesta. Le hemos dado proyección con una visita a un desfile en Francia, y después de muchos años estuvimos presentes en Oviedo el Día de América en Asturias. Fuimos la delegación que más gente llevó, unas 120 personas.

-Lo que sí parece es que la gente de Llanera está muy comprometida con la fiesta.

-Sí. Hay mucho interés por participar. Se ha convertido en un elemento de identidad municipal de primer orden.

-En su día el Alcalde habló de cambios. ¿Se le entendió mal?

-Sí. La idea no es acabar con la fiesta ni mucho menos, sino apostar por ella y que siga conjugando adecuadamente el espíritu de rebeldía ante la injusticia que manifestaron nuestros convecinos en el siglo XV con los aspectos más festivos que priman en el siglo XXI. En ningún caso vamos a cerrarla. Le daremos, lógicamente, nuestro barniz, pero la base se va a conservar.

-¿Cuáles son sus aspiraciones principales de cara a este mandato?

-Están las tres actuaciones que mencioné al principio, pero probablemente sea más importante trabajar la cultura del día a día, es decir, seguir manteniendo la oferta de cursos, talleres, teatro y música lo más amplia posible en el concejo.

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