Agustina Castro Begega nació hace 59 años en La Piniella (Pola de Laviana) y creció en el valle de La Güeria de Carrocera, en San Martín del Rey Aurelio. Poco antes de alcanzar la treintena se trasladó a vivir a Molleo, en la parroquia sierense de Hevia, donde compagina sus labores de ama de casa con la de alcaldesa de barrio desde hace ocho años. Acaba de ser reelegida.
-¿Cuál es su principal prioridad para el nuevo mandato?
-Lo más importante es que se repare la carretera que conecta Pumarín con El Rebollal y Molleo, está hecha un desastre. Las obras de saneamiento desviaron todo el tráfico del pueblo por ello y se deterioró muchísimo.
-¿Algo más?
-El saneamiento. Se concluyó una fase del colector, pero quedan otras pendientes. Sabemos que no será fácil, pero hay que insistir. Además urgen algunas labores de desbroce y limpieza, la colocación de puntos de luz y la indicación de los barrios.
-¿Tienen problemas de señalización?
-Sí. Es una parroquia con muchos barrios y numerosos caminos. Para los visitantes esto se convierte en un laberinto. En su día nos prometieron 13 indicadores, luego bajó la cifra a ocho, posteriormente a tres y finalmente no colocaron ninguno. En casos como cuando tiene que venir una ambulancia a atender una urgencia puede haber retrasos fatales.
-¿Cómo valora su etapa de alcaldesa pedánea?
-Se consiguieron grandes logros como la primera fase del colector o la creación del centro social junto a la iglesia. Además está el arreglo de la carretera entre Bendición y Molleo y la colocación de paneles informativos y puntos limpios y la retirada de basureros piratas
-¿Alguna vez ha tenido aspiraciones políticas?
-Nunca fui con ningún partido. He trabajado ya con cinco alcaldes de Siero diferentes de distintas formaciones y eso es lo de menos. Lo que yo hago es por vocación de servicio público. Lo traigo en los genes, pues mis padres siempre fueron muy reivindicativos y eso les llevó a estar presos durante un tiempo.
-¿Cree que la zona rural sierense está bien atendida?
-Soy consciente de que en Siero hay muchas parroquias y es difícil atenderlas a todas. Aun así, está claro que hay muchas diferencias de unos sitios a otros. No es normal que haya pueblos que lo tienen de todo y luego estamos otros que no tenemos ni carreteras dignas ni saneamientos.
-¿A qué achaca eso?
-Quizás se deba a la búsqueda de votos. Hay localidades que suelen tener la llave del gobierno local como son Lugones o La Fresneda y esto les reporta más inversiones que otros puntos. Yo creo que los políticos se equivocan, pues en la zona rural hay mucha gente que pagamos impuestos como el resto y también votamos.
-¿Se sienten desatendidos los vecinos de Hevia?
-Nunca se miró por Hevia . Vimos como las inversiones pasaban de largo durante años y esto iba a peor. A base de mucho esfuerzo durante estos ocho años y muchos anteriores en los que ejercí de alcaldesa en la clandestinidad fuimos consiguiendo cosas, pero quedan bastantes por hacer.