Las castañas en Aces (Candamo) son una cuestión de altura. De poca altura. En la trigésima tercera edición del Festival de la Castaña quedó claro que para encontrar los mejores frutos del otoño hay que estar cerca del suelo. Gemma Arias y Damián García, de 6 y 8 años, fueron los ganadores del concurso-exposición de castañas en la variedad chamberga y común, respectivamente. Y el premio les sentó de lujo: "Lo estoy pasando muy bien y me gustó ganar", aseguró García.

Ambos niños recogieron las castañas en el concejo junto a sus padres o abuelos, manteniendo así una tradición común de la región. El tiempo de castañas une a la familia. "Fui con mi padre un día por La Mortera y estuve corriendo y agarrando castañas en un prao, lo pasé muy bien y volví otro día", explica García. Por su parte, Arias visitó la vega del Nalón con su abuela en busca de los frutos. "Había muchas", detalló la pequeña, quien explicó que las castañas "también sirven para dar de comer a la burrina y a los gochinos".

Arias y García son los flamantes ganadores de la edición. Sus castañas fueron las mejores, según el jurado, y Jorge Luis Estrada, de San Tirso, se llevó el premio a la mejor presentación. Lo cierto es que este año la temporada de castañas viene regular. "Hay muy poca, son todo hojas, pero la que viene bien está muy rica y llena", explicó Ana María Miranda, una de las recolectoras participantes. Para preparar su cesta de castañas tuvo que escoger fruto a fruto con esmero porque "la que viene con inquilino sabe fatal".

Además del concurso-exposición, el centro social de Aces acogió una muestra de dibujos infantiles con la castaña como protagonista y una conferencia sobre los hórreos de la localidad, a cargo del historiador Gustavo Adolfo Fernández. "En Aces hay un conjunto de hórreos y paneras destacable, siempre se dijo que es el pueblo de Candamo que más tiene; se conservan 35, pero en los últimos años se perdieron doce", explicó. Fernández destacó una construcción del pueblo, un hórreo estilo Villaviciosa del siglo XVI con un herrero y un caballo grabados.

Hasta Aces llegaron también visitantes como Alicia Corvacho y Verónica Fernández, acompañadas de sus hijos. Con ellos visitaron la muestra y disfrutaron de unas castañas asadas y sidra dulce. "Vinimos para aprovechar el domingo y de paso coger unas castañas, me sorprendió que hay variedades, pensaba que era todo igual", comentó Fernández. Y es que el amagüestu fue uno de los principales atractivos del festival. Los vecinos de Aces vendieron 500 kilos de castañas asadas pese a que en concejos limítrofes se desarrollaron citas como la candamina, señaló Juan Ramón Cuervo, encargado de magostar los frutos: "Todas no se asan igual, depende, así que hay que moverlas mucho para que no se quemen". La castaña triunfa en Candamo pese a la escasez de la temporada.