El exalcalde de Nava, Emilio Ballesteros, presentó su renuncia a seguir presidiendo la Fundación de la Sidra, que gestiona el Museo de la Sidra, el 2 de octubre pasado, pero no quiso publicitarla. Con los cambios en las corporaciones de los ayuntamientos representados tocaba renovar los cargos, pero ante la imposibilidad de poder convocar una reunión y al no recibir información sobre la gestión optó por abandonar. Denuncia que la Fundación está sin presidente y secretario, y que el museo carece de director. "Lo está dirigiendo el jefe de mantenimiento", recalca. Teme por el futuro de las instalaciones y de la declaración de la sidra como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, informa M. M.