La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

JORGE SÁNCHEZ GARCÍA | Médico rural, residente en Lugo

"La gente quiere el contacto con su médico, lo que dices se valora"

"Lugo cambió mucho; antes yo conocía a todo el mundo casa por casa, ahora se perdió el pueblo y es más ciudad"

Jorge Sánchez García. M. N. M.

Jorge Sánchez García, vecino de Lugo de Llanera, es médico rural en la localidad de La Nueva, en Langreo. Matemático de vocación, entró en la Medicina casi por casualidad, pero para quedarse.

-¿Cómo empezó su andadura?

-Fue hace 35 años. Estuve en Soto de Ribera, en Sotrondio, y después en Paredes, en Valdés, y en Berducedo, en Allande. Allí quedabas incomunicado en cuanto nevaba. Había que esperar a que te quitasen la nieve. El primer día me puse bastante nervioso pensando que si a alguien le pasaba algo, cómo lo sacaríamos de allí. Pero la gente me decía: "tú tranquilo, estamos acostumbrados a estar quince días cerrados y sabemos que si hay que morirse, hay que morirse ". Ahora que hay palas es distinto, pero de aquella no había forma de salir de allí. Entonces me adapté a la situación y me lo tomé con más calma.

-Usted fue uno de los impulsores de la marcha a Torrestío.

-Sí. Yo soy de raíces vaqueras, no de los vaqueiros, que son los de Aristébano, sino los que hacían la trashumancia desde Siero, Llanera y Las Regueras. Yo empecé con esto en 1985. La gente mayor hablaba de lo que hacían antes y empecé a organizarlo para ir por donde iban ellos.

-¿Por qué quiso ser médico rural?

-Coincidió. Yo acabé el bachiller y era buen estudiante. Me gustaban mucho las Matemáticas. Pero coincidió que de aquella acababa de abrir la Facultad de Medicina de Oviedo y me matriculé. Pero no fue muy vocacional, tengo que reconocerlo. Siempre digo que yo soy de exactas, me gusta que las cosas cuadren. Y la medicina no es así. Lo que sirve en un caso no sirve en otro. Pero en cuanto acabé la carrera, con tres hijos no podía más que tirar para delante y seguir en lo que había estudiado.

-¿Le llegó, entonces, la vocación con la práctica?

-Sí. Yo creo que una vez que estás en el trabajo ya no vale decir me gusta o no me gusta, hay que hacer las cosas bien y esmerarse por la gente.

-Tuvo ocasión de ir a otros lugares. ¿Por qué decidió quedarse en La Nueva?

-Podía haber optado a otras plazas, pero siempre estuve muy a gusto en La Nueva. Y ahora esta localidad me queda muy cerca de casa.

-Hay quien dice que la medicina de familia es la base de todo.

-Ahora cada vez menos, porque nos basamos en las pruebas diagnósticas. Por ejemplo, antes había que diagnosticar una estenosis mitral con el fonendoscopio y ahora te hacen un ecocardiograma y ya te diagnostican. Otra cosa es que la gente en el día a día quiere el contacto con el médico. Los pacientes puede hacer un escáner, pero lo que tú les digas en el día a día o cómo lo enfoques lo valoran mucho.

-Hay una parte de psicología.

-Sí. Está la accesibilidad que tienes con el paciente, que vale mucho. Para las pruebas tienen que esperar, pero entrar a hablar conmigo pueden en cualquier momento. Gregorio Marañón siempre decía que la primera condición para ser médico rural es estar en el puesto cuando haces falta, y la segunda, tener una buena actitud, y la tercera, los conocimientos.

-Usted estuvo en un concurso mítico de la televisión, "Cesta y puntos".

-Sí, era de cultura general de alumnos de bachiller. Fui con el Auseva de Oviedo. Pasamos a la tercera ronda y allí perdimos contra los campeones. Hay una palabra que ya no se me olvida. Nos preguntaron cómo se llama una prenda que no tiene costuras. No tenía ni idea. Y la respuesta era "inconsútil". Yo me preguntaba dónde se estudiaba eso, y era en Historia Sagrada. Era la característica de la túnica de Jesucristo.

-¿Cómo ve Lugo después de tantos años?

-Cambió mucho. Yo antes estaba metido en la Sociedad de Festejos y conocía a todo el mundo. Empezaba por cada uno de los once barrios casa por casa y los conocía a todos. Ahora, tengo un vecino en el quinto que me lo encuentro en el ascensor y le pregunto cuánto lleva aquí y me dice que dos años. Se perdió el pueblo y es más ciudad. Pero es lógico, porque está muy cerca de Oviedo y de Gijón, y el pueblo va a más, porque por su situación atrae a mucha gente nueva.

Compartir el artículo

stats