Una ruptura sentimental, la pérdida de su abuela y su padre y el exilio laboral son algunos de los factores que llevaron a la moscona Celia Prada a escribir el libro "El puzle de tu vida", que presenta hoy en la Casa de Cultura a las 19.30 horas acompañada por Laura Díaz, profesora de Filosofía del IES Ramón Areces. "Fue una llamada de teléfono la que me hizo abrir los ojos y darme cuenta de que la forma en la que había entendido la vida no era la correcta", afirma.
Esa llamada que recibió en Inglaterra, donde trabaja como odontóloga, inició su viaje interior, de reaprendizaje, replanteándose los conceptos de vida y felicidad. "Lo fundamental que aprendí fue entender que la vida es un cambio continuo y no se puede luchar contra ello, sino aprender a aceptarlo y crecer como persona como parte de ese cambio", explica.
De ahí desarrolló los conceptos de esencia y yo exterior. "Todos estamos formados por dos planos emocionales. El yo exterior es la capa más superficial, la más parecida a tu personalidad y la parte de ti que se comunica con el mundo; y la esencia es la capa más profunda, natural e inalterable pero que en algún momento de nuestras vidas olvidamos". El libro, dividido en las etapas de la vida, es una guía para el reencuentro con uno mismo.
Prada escribió el libro en el Reino Unido, donde llegó como muchos jóvenes españoles en lo que denomina "exilio forzado". "Tuve una profunda decepción al tener la sensación de que desde que inicié el proceso escolar hice todo lo que se me exigió, me esforcé por una carrera competitiva y, sin embargo, en la meta no había nada, ni trabajo ni futuro y me sentí estafada". Un desengaño al que también se sumó la lejanía con su entorno, que le hizo "tener dudas de dónde estaba".
La joven moscona publicó su libro a través de una plataforma de internet con servicio de evaluación editorial que le valió un sello de reconocimiento de los editores que le ha ampliado la distribución del libro y le abre las puertas a un posible contrato en la editorial tradicional. Con "El puzle de tu vida" no persigue sentar cátedra: "Con que una persona me diga que le cambió algo interiormente o le hizo replantearse cosas me es suficiente".
