La residencia de mayores de Carancos (Nava) se solidariza con los más necesitados del concejo. Organizó una recogida de productos de limpieza e higiene que ha donado a Cáritas, este año aún más necesitada de ayuda que los precedentes. Su presidenta, María Isabel Lazcano, explica que se llevaron un gran chasco al quedarse sin la colaboración del Ayuntamiento, que tradicionalmente entregaba una cesta navideña a los beneficiarios de Cáritas, que ya son 69 familias. No les faltaban carne fileteada, lomo, un pollo, chorizos, ingredientes para cocinar un caldo, fruta y verdura, además de productos típicos de estas fechas, como sidra espumosa y turrón.
Así que se las han tenido que ingeniar para que en las mesas de los hogares más desfavorecidos estos días no falte con qué brindar y puedan comer un trozo de turrón. De lo primero se ha encargado Sidra Pomar y de lo segundo, Cáritas. Los mayores de Carancos han contribuído a paliar las necesidades de productos de limpieza e higiene.
El presupuesto municipal para las cestas rondaba los 3.000 euros y María Isabel Lazcano también lamenta que les hayan reducido a la mitad la subvención de 2.000 euros que recibían. Se han tenido que conformar con 1.000. Ella entiende que realmente se corresponde con el dinero que deberían percibir en concepto de alquiler del Ayuntamiento por la parte de Grandiella, que se utiliza como apartamiento y espacio público, y que pertenece a Cáritas. En el fondo es como si no recibieran ninguna ayuda del Consistorio.
Lamenta la situación porque cada vez son más las familias que acuden a ellos en busca de ayuda. Han pasado de atender 60, hace un año, a las 69 actuales. Además, hay que tener en cuenta que en ellas hay 48 niños, a los que se sumarán dos que vienen en camino, más unos 140 adultos. Son cifras bastante considerables para un concejo pequeño como es Nava. Isabel Lazcano destaca que les "cuesta mucho llegar a fin de mes", pues los ingresos de la mayoría rondan entre los 400 y 700 euros y algunos no perciben ningún dinero al mes.
La mayoría de los beneficiaros se queja de que no hay suficientes viviendas sociales en el concejo que les proporcionen una casa más asequible, pues los alquileres se les hacen cuesta arriba. Pero en Cáritas quieren que sea Navidad a pesar de las penurias.
