Un corrimiento de tierras provocado por el derrumbe de un muro de contención está en el centro de una controversia que implica a un grupo de propietarios y al Ayuntamiento de Siero. El argayo se produjo en la madrugada del 21 de enero de 2015, cuando un intenso temporal de lluvia y viento azotaba la región. Pese a la gravedad del corrimiento de tierras, la fortuna y el hecho de que se produjese de madrugada propiciaron que no causase daños personales, aunque sí dejó cuantiosos perjuicios a un grupo de propietarios de una urbanización.

Desde un primer momento, se confirmó que el origen del colapso del muro podría situarse en una deficiencia de construcción, toda vez que al edificar la estructura no se habría incluido una capa de drenaje. Un argumento que incluso blandió una aseguradora para desvincularse del proceso.

El problema de fondo es que la constructora que ejecutó la urbanización está en proceso de acreedores, y el Ayuntamiento, que concedió los permisos para ejecutar los proyectos, entiende que no debe asumir responsabilidad alguna por las posibles deficiencias. Una situación que deja a los propietarios la responsabilidad de restituir el corrimiento y asumir los costes, que se han cifrado en unos 60.000 euros. Los propietarios, por su parte, exploran la vía legal y han pedido un informe pericial.