Los expertos coinciden en la necesidad de lograr un consenso para evitar fuegos incontrolados como las que recientemente arrasaron gran parte Asturias. "El 80% de los incendios tiene una motivación ganadera y ahí es donde hay que incidir", destacó Iñaki Aranzeta, guarda del medio natural e impulsor del proyecto "Roble", durante la mesa redonda sobre los incendios forestales que la asociación "El Tenderete" organizó ayer en Santolaya de Cabranes y que fue seguida por un numeroso público.

Aranzeta sostiene que además de incidir en las políticas de prevención, "hay que dedicar más recursos a la regeneración de pastos", porque es una de las principales causas del fuego. Destacó que calculan que la administración sólo satisface un 10% de las necesidades de pasto a través de quemas controladas y desbroces. Pero "se necesita mucho más". Plantea como solución volver al sostenible sistema tradicional de pastos, tratando de concentrar el ganado para mantener limpia de matorral la zona. Defiende que "con un manejo adecuado del ganado, las quemas y desbroces serían mínimos".

El ganadero y ecólogo Xuan Valladares también lo tiene claro: "El modelo de gestión de los montes no es el más correcto, hay que reinventarlo". Tiene claro que "si se hubiera apostado por otra política que mantuviera los pastizales, la situación sería distinta". En el debate también participó José Manuel Lago, miembro del Consejo del Fuego en representación de las asociaciones ecologistas. Reconoce el "fracaso" de las políticas de prevención y lucha contra incendios. Así que plantea "revertir la situación entre todos", a pesar de que no es sencillo, pues es un problema social y la cultura del fuego está muy arraigada en el medio rural. Aboga por el "consenso y diálogo". Además, echa en falta mayor inversión de la administración en las políticas activas contra el fuego desde el punto de vista social, que ve sólo de prevención. Critica al Principado por no haber aplicado las propuestas desarrolladas en la estrategia contra el fuego.

El exdirector del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot) de la Universidad de Oviedo y profesor jubilado de Ecología, Miguel Ángel Álvarez, explica que los partes de incendios y el trabajo de las brigadas de investigación de incendios permiten concluir las causas. Los provocan las personas que viven en el medio rural bien con intencionalidad (que es en el 80% de las veces), o bien por negligencia. Entre las pretensiones detrás de provocar una quema forestal está la gestión de los pastos (en un 75,9% de los casos) y eliminar matorral como las más comunes, pero también puede ser por venganzas entre los propios vecinos, por la cercanía de las casas al monte o por asuntos de caza. Para Álvarez, la solución pasa por poner en marcha políticas integrales de prevención teniendo en cuenta que hay que atajar las incidencias en zonas habitadas y luchar contra los grandes incendios, cada vez más frecuentes.

Javier Jiménez pertenece a la Brigada de Investigación de Incendios Forestales del Principado de Asturias (BRIPAS) y pide un pacto con la implicación de los sectores afectados. Destacó que en el Principado la mayoría de los fuegos se concentran entre finales de otoño y finales de invierno. Aunque la tendencia es que cada vez sean quemas de mayor tamaño, predominan muchos focos pequeños.