"Desconfíen siempre de los extraños". Esta fue la frase más repetida por los miembros de la Guardia Civil que acudieron a dar una charla sobre seguridad a los mayores del Hogal del Jubilado de Villaviciosa. En casa, nada de abrir la puerta o dejar pasar a desconocidos ni aceptar revisiones de ningún tipo que no hayan sido previamente concertadas. Y en la calle, ojo a los que se acercan con algún pretexto.

El agente Guillermo Paíno, uno de los que habló a los jubilados, insistió en costumbres poco recomendables como dejar las llaves debajo del felpudo. También les aconsejó estar alerta cuando vayan al banco a sacar dinero, y más si tienen la costumbre de retirar grandes cantidades en efectivo. El guardia destacó que en Villaviciosa se han dado varios casos en los que un individuo está en el interior del banco vigilando a ver quién lleva dinero para avisar a su compinche, que está fuera. Por lo que lo mejor, sugiere, es "sacar pequeñas cantidades". En el caso de que por circunstancias necesiten bastante dinero, lo mejor es ir acompañados y no guardar todos los billetes juntos en el mismo lugar.

En el caso de las mujeres, deben llevar el bolso "siempre cerrado y apretado con el brazo" para ponérselo más difícil al ladrón. Otro consejo es caminar con el bolso pegado a la pared. Y nada de dejar colgado el bolso en el carrito de la compra, está a mejor recaudo en el interior. Pero los agentes también tenían consejos para los hombres. No es nada adecuado llevar la cartera en el bolsillo delantero de la camisa porque es muy fácil que los cacos se acerquen con alguna disculpa, como la de limpiar una mancha, y lo que acaban limpiando es precisamente la cartera.

"Todo esto ocurrió en la Villa", insistió el guardia civil, que aprovechó para relatar el incidente que sufrió un maliayés. Explicó que un par de jóvenes intentaron acorralarle, pero "el señor desconfió" y les empujó para librarse. Marchó y llamó a la Guardia Civil. El hombre evitó un más que posible robo haciendo caso a los consejos que en su día también escuchó.

Guillermo Paíno argumentó que los trucos que el delincuente busca para acercarse son muy variados. Uno habitual es el pretexto de una recogida de firmas para aprovechar el despiste y robar.

Por su parte, el sargento Abel Tuero aconsejó que, aunque resulte obvio, nada de llevar el número secreto de la tarjeta de crédito o débito pegado en ella. Y mucho ojo los miércoles, porque al ser el día de mercado muchos carteristas aprovechan para actuar.

Los ancianos también son víctimas de las estafas. Por ello, los guardias civiles volvieron a insistir en que "hay que desconfiar de los desconocidos", aunque sean bien parecidos. Les pidieron que se nieguen a realizar cualquier pago en efectivo y rechacen cualquier revisión si no les han avisado previamente. "Cuidado con los falsos cobradores", recalcó el sargento.

El tercero de los agentes que impartió la charla, David Huerta, apuntó que "no hay que fiarse, y cuando usted quiera comprar una sartén vaya a la tienda". Los consejos fueron muy bien recibidos por los maliayés, que aprovecharon para exponer alguna situación personal. "Están muy bien, aunque tendríamos que tenerlos a ellos al pie", apunta María Bedriñana Alonso. "Están dando un ejemplo muy bueno. Ya me pasó alguna cosa y cogí miedo, así que tomo más precauciones", concluyó Mari Luz Cueto.