La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Del mercado poleso a la nieve aragonesa

Los alumnos del Instituto Juan de Villanueva montan un puesto en la plaza para pagar un viaje que les llevará a Jaca

María García, Yaiza Gómez, Adrián Fernández, Irene Ordiales, Daniela Felgueres, María Suárez y Mateo Cuesta, ayer, en el puesto del Juan de Villanueva en el mercado poleso. FRANCO TORRE

En el alero de la plaza cubierta de Pola de Siero, territorio destinado a los puestos de excedentes de la huerta, se hizo ayer un hueco para los vendedores más jóvenes que había en todo el mercado: los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Escultor Juan de Villanueva, que buscaban, a través del comercio, obtener fondos para su viaje a la nieve.

El de ayer, todo hay que decirlo, fue un día singular en el mercado poleso. El fuerte viento vació, a media mañana, toda la zona de La Isla, donde se instalan los puestos de textiles. "No se puede hacer nada, el viento lo tiraba todo", explicaba Manuel Gabarri, mientras ayudaba a una comercial a recoger su puesto. Sólo los "top manta" y algún valiente mantenían la actividad comercial al mediodía.

En el alero de la plaza, en cambio, los comerciantes estaban más resguardados, y la jornada se desarrolló con normalidad. El mal tiempo, en todo caso, no amedrentó a los estudiantes del Juan de Villanueva, todos ellos de segundo y tercero de la ESO, que ya estaban allí a primera hora vendiendo los libros y objetos varios que habían ido quedando en stock tras las numerosas actividades que han impulsado en los últimos meses para sufragar los gastos del viaje.

"Esto es ya lo último que hacemos. Es un poco lo que nos ha ido quedando sin vender. Pero todo nos viene bien para pagar menos en el viaje", explica Adrián Fernández. "Los libros y los juguetes son donaciones de los padres y los alumnos, las baratijas las hemos hecho nosotros, con la ayuda de algunos padres", añade Daniela Felgueres.

El mal tiempo, no obstante, sí que ha alterado su viaje: Aunque pensaban irse este domingo, la salida se ha retrasado una semana. Una espera asumible, siempre y cuando la nieve siga allí cuando lleguen estos jóvenes emprendedores polesos.

Compartir el artículo

stats