El colegio público Celestino Montoto de Pola de Siero recuperó ayer la normalidad tras la suspensión de las clases en los últimos días de la semana pasada debido al mal estado de seis aulas del piso superior que habían resultado anegadas durante una tormenta. Los alumnos del centro, salvo parte de los de sexto curso que salieron de viaje, volvieron a las clases sin mayores incidentes y después de que la Consejería de Educación adecentase las aulas afectadas y garantizase a los padres que los menores no corrían peligro.

La seguridad de las aulas fue corroborada, a la entrada misma de los alumnos, por un arquitecto técnico enviado por la Consejería de Cultura, que visitó el edificio, en el que cursan estudios 474 menores, acompañado por la concejala de Cultura de Siero, Aurora Cienfuegos. Posteriormente, responsables de la Consejería se pusieron en contacto con la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del centro sierense para corroborar que se cumplen todas las garantías y que se remitirán al centro, en los próximos días, los informes realizados por sus técnicos, tal y como solicitó la asociación.

"Nos han dado una solución y nos aseguran que hay dinero para la obra", celebra la presidenta de la AMPA, Mónica Castro, quien, sin embargo, precisa que "lo que se ha resuelto es la crisis, no el problema". Y es que la actuación ha consistido en retirar el agua y acabar con la humedad de las aulas, además de pintarlas, pero no se ha actuado sobre la cubierta y sus canalizaciones, que es donde se cree que reside la causa de las filtraciones que provocaron, hace ahora una semana, que se anegasen seis clases del piso superior.

Para solventar definitivamente el problema, según explicó la edil Aurora Cienfuegos, el centro dispone de 60.000 euros que le habían sido asignados por la Consejería para otra actuación. "Ese dinero estaba destinado a la renovación del cuadro eléctrico del centro, pero el importe de esa obra supera finalmente esa cantidad y el centro no puede contratar la obra directamente, tiene que hacerlo a través de la Consejería de Educación", explica la concejala sierense.

Ante esta situación, la Consejería de Educación decidió habilitar una nueva partida para la instalación eléctrica y dejó los 60.000 euros al centro para que los invirtiese en otras necesidades. "El dinero se iba a usar para renovar los baños del piso inferior, pero ahora servirá para actuar sobre la cubierta", revela Mónica Castro.

Ahora, a la comunidad educativa sólo le resta esperar que los trabajos se concreten antes de que el problema de las filtraciones se reproduzca. "Estamos pendientes del tiempo", afirma Mónica Castro, en alusión al temor de los padres de que se repitan las inundaciones, en el caso de que vuelva a llover con la misma intensidad que se registró días atrás, y el agua vuelva a anegar las aulas.