Hacer trampa tiene castigo. El segundo premio del concurso para elegir la mejor sidra casera de Asturias, que se celebró en septiembre en Villaviciosa, ha quedado vacío. La razón es que el premiado -que llegó a la final tras ganar el certamen local de Sariego- participó con bebida de un concursante de Villaviciosa, que por bien poco no logró clasificarse entre los doce primeros. Ahora, la organización, la Asociación de Fomento de la Sidra Tradicional Asturiana, estudia la sanción: la retirada del trofeo y el diploma, e impedir que en unos años pueda volver a participar; y para el elaborador de la bebida, que también se quede sin poder concursar durante un tiempo. Pero aún no lo han determinado.

"Lamentamos tener que dejar el premio desierto", indica Flórez, pero "están sólo con dos puntos menos los participantes de cinco concejos", lo que conllevaría a realizar un desempate "y esto ahora no es posible", justifica el representante de la organización. Argumenta que aunque "tradicionalmente, en una casa que tenía prensa varios vecinos hacían su sidra", no están en contra de que se siga haciendo "siempre y cuando sean vecinos del mismo concejo y no traigan sidra de otro".

Las bases de la competición dejan claro que hay que concurrir con sidra elaborada en casa por uno mismo y la organización supervisa para que se cumpla. Óscar Flórez insiste en que deben ser rigurosos porque "se juega con la ilusión de la gente". En el último certamen hubo representación de 19 concejos asturianos y participaron unos 250 lagareros aficionados. "Si no se hace de forma limpia, salen perjudicados todos".

Las dudas sobre que si el concursante de Sariego había jugado limpio surgieron a raíz de un comentario. Por lo que la organización se puso a investigar y tres catadores profesionales probaron las dos muestras sospechosas. Coincidieron en determinar que se trataba de la misma bebida. Pero para cerciorarse, realizaron un análisis químico, que fue determinante. Corroboró las dudas: las muestras eran coincidentes. Cuando la organización llamó a capítulo a los afectados, ambos reconocieron que era cierto. Además, los corchos tenían el mismo fallo de la corchadora.

En aquellos municipios en los que hay concurso local, se clasifican los tres primeros. Por lo que tiene que ser una competición "transparente y limpia", recalca. Además, la Asociación de Fomento de la Sidra Tradicional Asturiana trata de potenciar el concurso regional a través de las pruebas por concejos, dando apoyo a aquellos que se van animando a organizarlos. "La idea es unificar los concursos para que no se den estas situaciones y todos los participantes puedan llegar al campeonato en las mismas condiciones", apunta Óscar Flórez.

"Estas estrictas reglas deberían aplicarse a los concursos de sidra profesional", recomienda Óscar Flórez. Denuncia que no es la primera vez que los consumidores no pueden probar la bebida ganadora en la sidrería. A veces ocurre porque el lagarero profesional ha elaborado una sidra ex profeso para la competición, gracias a la mezcla más idónea de caldos de distintos toneles, y sólo embotella lo necesario para el certamen. Por lo que es un mosto que no se encuentra en el mercado. También pasa que la bodega tiene vendido el palo premiado y cuando triunfa, el consumidor interesado se queda sin poder catarlo. Esta situación, muchas veces, confunde al cliente porque piensa que si pide en una sidrería el producto del llagar vencedor estará tomando la bebida premiada y no siempre es así. Pero la bodega se asegura una buena publicidad. Si no se controla, cabe la posibilidad hasta de que un llagar presente la de otro, como en el caso de la casera. "Me siento defraudado como consumidor porque la sidra ganadora no existe en el mercado y no puedo probarla", manifiesta Flórez. "La sidra ganadora tiene que estar a la venta", concluye.