Las parroquias sierenses que sufrieron el cierre de la industria del carbón exigen al Ayuntamiento un reparto diferente de los nuevos Fondos Mineros. Unas ayudas que el consistorio quiere emplear para renovar el saneamiento de zonas industriales de Granda y Lugones, entre otras obras, y que a juicio de los representantes de las parroquias con pasado minero deben destinarse a reactivar el empleo en sus núcleos.

"No sabemos dónde están el pozo Lugones ni el pozo Granda", denuncia Víctor Fernández, presidente de la asociación de vecinos "La Malpica", de Santa Marta de Carbayín (Carbayín Bajo). Representantes vecinales de esta parroquia y de Arenas de Santiago (Carbayín Alto) se reunieron ayer en el pozo Pumarabule para denunciar lo que consideran un desprecio para las zonas mineras.

"No estamos en contra de que se hagan los saneamientos en esas zonas industriales, pero que lo hagan con los presupuestos. Los Fondos mineros tienen que ser para las parroquias mineras", precisa Pepe Pidal. Los representantes de las parroquias mineras, afirman que han propuesto alternativas a la corporación para impulsar proyectos en estas zonas, como la recuperación del pozo Pumarabule como vivero de empresas o la reconversión de una escollera en una conexión entre dos núcleos. Unas propuestas que, afirman, fueron desoídas por pertenecer los terrenos a Hunosa, lo que entienden que no debería ser un impedimento. Los representantes vecinales no descartan movilizaciones.