"Estoy dispuesto a seguir peleando hasta donde sea". Lo asegura Isaac Crespo Fernández, el vecino de Seloriu (Villaviciosa) que continúa pleiteando para que el paso del saneamiento que acomete el Principado le afecte lo menos posible. Tal es su empeño que la Guardia Civil llegó a detenerle por negarse a firmar su conformidad con la expropiación forzosa de sus fincas.

Pero, finalmente, las máquinas entraron a trabajar en sus propiedades el miércoles pasado. "Hicieron un desmonte de seis metros, cuando si fueran por la alternativa que planteamos en las alegaciones, que ni contestaron, no hubiera sido necesario", destacó Isaac Crespo ayer. Insiste en que, al proceder de esta forma, los trabajos van a tener "un coste descomunal".

El octogenario vecino resalta que en el proyecto del saneamiento de Seloriu, Carda y Tornón "hay un rosario de modificaciones", y no entiende por qué no han cambiado el trazado también en sus propiedades. "Aquí algo pasa, no sé por qué razón. Es un capricho", insiste.