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"No se entiende que no tomen medidas", alertan en Celles sobre la ruina del palacio

Los vecinos creen que "la ley no es igual para todos" tras casi diez años de lucha para frenar la ruina del inmueble, del siglo XVII

Carmen Blanco, ayer, delante de la panera de Celles, a punto de caer. L. BLANCO

Los vecinos de Celles consideran que la inoperancia de la justicia a la hora de buscar una solución para el estado ruinoso del palacio, declarado bien de interés cultural desde 2003, deja en evidencia que "la ley no es igual para todos". Advierten de que hay sentencias recientes que respaldan su petición de condenar a la propiedad por el abandono.

No entienden, por ejemplo, que se condenase a seis meses de cárcel a dos hermanos de Piloña el pasado 6 de mayo por destruir una panera centenaria, y que en el caso del Palacio de la Torre de Celles, del último tercio del siglo XVII, no se tome ninguna medida. "Trasladamos a la Fiscalía la situación de dejadez de la propietaria y nos dicen que no hay delito porque no se le dijo cómo había que restaurar el edificio", comenta la presidenta de la asociación vecinal "San Juan Bautista", Carmen Blanco.

Ésta explica que, para más señas, el palacio cuenta con otra panera que debe ser objeto de protección y que, sin embargo, se está dejando caer. "Los inquilinos quisieron en su día repararla, pero la dueña se negó a facilitarles documentación", denuncia Blanco, que achaca lo que considera una discriminación al hecho de que la propietaria pertenezca a la familia Navia-Osorio. "Deben de tener otra categoría para la justicia", señala.

Del mismo modo, acusa a la dirección general de Patrimonio de no hacer cumplir una ley cuya vulneración considera que es más que patente. "El edificio está declarado en ruina y visto su deterioro y la protección con la que debería contar como bien de interés no se entiende que no tomen medidas", apunta.

Una postura que ya trasladó durante una reunión mantenida hace unos meses como la directora general, Otilia Requejo, de la que asegura haber salido bastante descontenta. "Se nos hecho la disculpa de que faltaba un informe del Ayuntamiento de Siero en el que se declarara la ruina para tomar medidas", sostiene esta mujer que lleva desde el año 2001 al frente del colectivo y casi una década peleando por dar una solución al palacio. "Empezamos en 2007 y parece que esto va a seguir igual hasta que el edificio ya no exista", apunta.

Esta demanda de los vecinos de Celles se suma a la realizada ayer a través de LA NUEVA ESPAÑA por los vecinos de Aramil, que piden obras urgentes ante el riesgo de derrumbe del palacio de la parroquia, que también está protegido, pero hay riesgo de hundimiento de la cubierta.

Las quejas vecinales en ambos lugares se remontan a hace más de una década cuando el Ayuntamiento de Siero planteo sendos convenios urbanísticos con la intención de recuperar tanto los edificios como su entorno. En Aramil, dicho convenio llegó a firmarse e incluía como condición rehabilitar el palacio a cambio de la construcción de unas 70 viviendas, pero la crisis paralizó su desarrollo. En el caso de Celles, las negociaciones con la propiedad fracasaron.

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