"Contraste Teatro" estrenará su último montaje en Villaviciosa. Ellos sí son profetas en su tierra y confían en repetir el éxito de sus anteriores representaciones con "Cuarteto", del 8 al 10 de agosto en el Riera, a las 22.15 horas. Es un texto del argentino Eduardo Rovner.
Ha sido una gestación lenta y minuciosa, que les ha llevado un año de trabajo. "Es una obra muy singular", explica el director del grupo, José Luis Campa, que no puede ocultar su ilusión y entusiasmo por este nuevo proyecto y reto para "Contraste", pues, como él mismo reconoce, supone un giro en su trayectoria. Se han atrevido con el teatro del absurdo y está convencido de que la acogida será muy buena, pues así lo han palpado durante los ensayos. "Es una obra que mezcla el humor negro con la tragedia", argumenta. Es precisamente el sinsentido de las situaciones lo que arranca la carcajada continua del público, a pesar de que sobre el escenario hay cuatro personajes indeseables y crueles.
Pero, a pesar de la risa, "es un teatro que también te lleva a reflexionar". El espectador se mueve "entre la risa, la sorpresa y el espanto", resume Campa. Lo define como "una metáfora sobre la indiferencia, la intolerancia y la insensibilidad del ser humano". Es decir, es un "humor ácido y corrosivo sobre la crueldad" de las personas. Pone como ejemplo cuando la noticia de una catástrofe humanitaria "pasa como una más y cuando falla un gol la selección española de fútbol es una tragedia". José Luis Campa lo atribuye a que "a veces, lo importante pasa desapercibido".
A las tablas del Riera se subirá el director de la compañía, que interpreta a Anselmo, quien se hace llamar Johann. Juan San Miguel interpreta a Tito y quiere que le llamen Kurt. Pablo Álvarez es Nino, aunque su nombre ficticio es Friedich. Carmen Sandoval se mete en el papel de Nacho, que vive creyéndose Wilheim. Jeni García encarna los papeles de Zulema, esposa de Johann, y de la hija de ambos. Son cuatro pseudomúsicos, fanáticos de Ludwig van Beethoven, que "son unos impostores, pero se refugian detrás de esa mentira para enmascarar la realidad", explica Campa.
El cuarteto de cuerda se reúne en casa de Johann para ensayar un concierto que darán en televisión, lo que se ha convertido en su gran obsesión, a pesar de que la mujer del anfitrión está agonizando. "Se mezcla la realidad (la muerte) con el fanatismo de ellos, que viven una fantasía", argumenta el director de "Contraste Teatro". Ni siquiera esta circunstancia dramática les importa y "no soportan que nada interrumpa sus ensayos. Ellos viven otra realidad". En el cuarto de al lado, la esposa de Johann se está muriendo y sus quejidos e interrupciones les genera una tensión cada vez más profunda y menos soportable. Pero más allá de denunciar la crueldad humana, también subyace un mensaje de crítica hacia aquellos que tratan de imponer su verdad a toda costa. También late la alusión a la dictadura argentina.
El ambiente y la atmósfera sobre el escenario es "decadente" para reflejar mejor la esencia de estos grotescos personajes, tan absurdos que pretenden dar un concierto de una hora cuando sólo son capaces de tocar el Cuarteto Nº 3 de Beethoven. "El público no dejará de sorprenderse", anticipa Campa.
La obra tiene una cuidada escenografía plástica, que ha sido responsabilidad de Juan Villa Herrero, y el artista maliayés Pablo Maojo realizó una escalera de madera "que se está cayendo, es irregular?" como los propios personajes. La estética es preciosa. Es una alegoría al argumento y al trasfondo de la obra", que dirige la también argentina Cristina Suárez, que conocer bien el trabajo de su compatriota. "Contraste Teatro" confía en volver a conquistar a su público y quiere que sean sus paisanos los primeros que disfruten de este montaje, que dará mucho que hablar.
