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Castiello sube el volumen de la música de prau

Un merendero es el único recinto del concejo en el que se puede asistir a conciertos de rock en directo

El grupo "Joven Kenobi", en directo en el merendero. A. F. V.

En Liverpool fue The Cavern, en Madrid pudo ser Rock-ola y, en Llanera, sin duda, es La Bolera. Este merendero de Castiello lleva cinco años tratando de potenciar la música local, con una propuesta que su propietario, Rubén Campa, denomina "rock a pie de prau". "Aquí no pondremos escenarios. Los instrumentos y todo están directamente en el suelo, y eso es lo que le da encanto", asegura. Por el verde de su establecimiento han pasado artistas de la talla de Michael Lee Wolfe, "Mala Reputación" o "Desakato", la banda del concejo más consolidada dentro del panorama rock español.

Precisamente fue a través de un miembro de "Desakato" con el que Campa inició su apuesta por el rock. "Toco la gaita y me gusta mucho la música. Además tengo mucha amistad con Falu, exintegrante de 'Desakato', y fue quien me propuso hacer un concierto en el bar. A partir de ahí la idea me gustó y me lancé a intentar organizarlo todos los años", explica el hostelero.

Lo que sí tuvo claro desde el principio es que iba a apostar por gente del concejo. "Aunque siempre hay alguna excepción, prácticamente la totalidad de los grupos que vienen a tocar al bar tienen relación con Llanera. O son todos de aquí o, al menos, alguno de los integrantes lo es", afirma.

"Personalmente soy un asiduo seguidor de los conciertos en La Bolera. El espacio es una pasada: hay prau, árboles y encima música en directo. Es una propuesta que de por sí atrae", asegura Pablo Martínez, guitarra y voz de "Desakato". "Siempre cuenta con grupos de Llanera, que tienen bastantes dificultades para tocar hasta en su propia casa. Hoy en día es muy difícil actuar con una banda; y, en ese sentido, Rubén está realizando un apoyo muy grande a todas las bandas", agrega el músico.

Aunque este año ha decidido "invertir en un toldo", la música en La Bolera se escucha totalmente "al aire libre". Por este motivo, cuando llueve, Campa se ve en la obligación de cancelar los conciertos. "Los programo cada dos jueves para que así, si uno hace malo, podamos aplazarlo sin sufrir mucho trastorno", explica.

Desafortunadamente, el negocio de Campa "es de los pocos, por no decir casi el único, que ofrece música en directo", una apuesta que, le gustaría, se "generalizase" entre el sector hostelero del concejo. "Es cierto que hay que realizar una pequeña inversión, pero yo animo a todo el mundo a que la haga", confiesa el empresario. Una teoría también apoyada por Menéndez. "Demuestra que estas iniciativas atraen a la gente, y desde luego es una alegría que funcionen", afirma.

Pese a la mala fama que rodea a la música en directo entre la hostelería, con problemas vecinales y denuncias, Campa afirma no haber sufrido "nunca" estos problemas. "Aquí, como mucho, tocan hasta las diez y media, hay muy buen ambiente y, por suerte y hasta ahora, no ha habido quejas", señala el empresario.

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