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"El pueblo estaba antes que la cárcel"

Los vecinos de Villabona están "hartos" del uso del nombre de la localidad llanerense para hacer referencia al centro penitenciario

Remigio Alonso, Rosa Muñiz y José Mon, en el local de la Asociación de Vecinos de Villabona. A. F. V.

Hubo un tiempo en el que Villabona era conocido como uno de los principales nudos ferroviarios de la región. En el que destacaba por tener explotaciones mineras, ocho bares y tiendas para abastecer a los casi 2.000 habitantes que vivían en esta localidad, que en la década de los sesenta era la tercera más poblada del concejo. Hoy en día la realidad es bastante diferente. Sobre esta población de la parroquia de Villardeveyo recae "un estigma", el del centro penitenciario. Los vecinos de la zona están "hartos" de que el nombre de su pueblo está continuamente ligado al de la prisión.

"Queremos que la gente se entere de que una cosa es el pueblo y otra, la cárcel; que, además, no está ni en el pueblo", explica con rotundidad y visiblemente enfadada Rosa Muñiz, presidenta de la asociación de vecinos de la localidad llanerense, que ha recuperado su funcionamiento hace aproximadamente un año.

"Igual que el HUCA es el hospital de Asturias, queremos que la cárcel cambie de nombre y lleve el de la región, que no tengamos que ser sólo nosotros los que carguemos con este muerto", afirma Muñiz, que considera un "grave perjuicio" las continuas referencias a Villabona "a secas" como prisión. "El nivel de cabreo de todos los vecinos es muy alto. Sobre todo recientemente, con la entrada en el centro penitenciario de Agustín de Luis, donde hasta él mismo ha dicho que iba 'para Villabona'. Pues yo aquí no le he visto", agrega con socarronería la líder vecinal.

Y es que los vecinos de la localidad llanerense aseguran haber vivido situaciones rocambolescas y, algunas, de "cierto rechazo" por el mero hecho de decir que viven en Villabona. "Fui al hospital para operarme y en admisiones dije que era de Villabona. Pues la chica de administración, que estaba en la ventanilla, me preguntó si no iba con escolta. Ya le tuve que explicar, como a mucha gente, que vivía en la localidad, no en la cárcel", cuenta con indignación Remigio Alonso, natural del pueblo.

Debido a esas circunstancias, José Mon, vicepresidente de la asociación de vecinos, asegura haber renunciado a su condición de vecino de la parroquia de Villardeveyo en más de una ocasión. "Desde hace años, cuando voy de viaje y me pregunta que de dónde soy siempre digo que de Llanera. Porque es decir la palabra Villabona y ya surgen el morbo y las preguntas", afirma.

Los vecinos también aseguran sentirse señalados en situaciones cotidianas, como bajar del tren en la parada local. "Si paras en la estación de Villabona y, por ejemplo, llevas una mochila, la gente ya te mira raro, como pensando que vas a la cárcel", comenta Muñiz.

Este tipo de incidentes hace que los vecinos consideren que el pueblo se ha "devaluado" en las últimas décadas. "La gente no quiere vivir aquí. Hay casas a la venta a precios muy económicos que llevan tiempo en el mercado y nadie se interesa por ellas. Estamos hablando de una localidad con muy buenas comunicaciones, tanto por carretera como por vía ferroviaria, por lo que uno de los motivos puede ser ese estigma que vivimos", replica Mon. "Actualmente contamos con una población muy envejecida y, para la supervivencia del pueblo, necesitamos que vengan jóvenes", añadió sobre el futuro de Villabona, que espera esté desligado del de la cárcel.

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