"A los jóvenes pedimos que cuando falten los vieyos, agarréis fuerte el testigo y viváis el Xiringüelu, y después los vuestros fíos, y después los vuestros nietos, por los siglos de los siglos que nunca acabe este cuento". En verso, con palabras de agradecimiento hasta para el último praviano y con el deseo de que la fiesta siga adelante, leyó ayer Enrique Tejada "Kike", el pregón de la popular romería de Pravia, una de las más señaladas de Asturias.
Tampoco se olvidó el pregonero de sus compadres en el pregón oficioso conocido como "Popinazo", que lleva realizando en los últimos 26 años junto a Jorge Jáñez y Adolfo Miranda en la madrugada previa al Xiringüelu.
Kike Tejada hizo en Pravia una detallada descripción de la jornada festiva, con un consejo para los jóvenes: "La vianda bien escogida, pues alrededor de ella, entra mejor la bebida".
Recordó el cosquiello del amanecer de la fiesta o "el famoso dobletazo, ¡ye duro!, pa' el que lo quiera". Ya en el prao, charangas, el "Asturias patria querida" de la peña "El Ahorcáu", la sidra, los bailes, las mozas... Recalcó a los jóvenes la importancia de recoger el testigo para mantener la fiesta y tuvo un último deseo: "Al morir han de llevar a San Andrés mis restos todos, pero un puñao tenéis que échalo en el prao, en el prao del Xiringüelu, yo nun me voy a perder, tando vivo o tando muerto, la mejor fiesta del mundo; allí estaré en el Salceu". Tejada concluyó la lectura animando a los romeros: "Echa un culín Manolín y que viva el Xiringüelu".
Y es que es una fiesta que no se pierde nadie y supera los límites pravianos. Así, cada Xiringüelu, peñas de los concejos limítrofes acuden al prao de Salcedo a celebrar.
"Es una fiesta de las de al lao de casa y cada vez nos gusta más, venimos 105 en la peña, la mayoría de la juventud moscona", asevera Álvaro de la Grana, de la peña "Grao".
